domingo 15 de septiembre del 2024

Jesica Castriota

CREDITO CARAS

Licenciada, ¿qué es el FOMO?

FOMO significa "fear of missing out", es decir, "miedo a perderse algo". El diccionario de Cambridge lo define de manera más detallada: "Sentimiento de preocupación por la posibilidad de perderse eventos interesantes a los que asistirán otras personas, especialmente causado por cosas vistas en las redes sociales". 

Varios estudios indican que estar pendientes constantemente del móvil puede llevar a síntomas severos de ansiedad, problemas de atención y trastornos del sueño. 

Las redes sociales se han integrado definitivamente en la vida cotidiana de las personas, en consecuencia se ha creado una mayor dependencia a estas plataformas para mantenerse conectado con el mundo.

Sería como “la aprehensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las que uno está ausente”. Como consecuencia si no se logra conectar o acceder a la app deseada o se corta la conexión genera malestar intenso, angustia e irritabilidad, si esto sucede es un síntoma de adicción a las redes.

Las aplicaciones atrapan la atención imitando las técnicas utilizadas por las máquinas tragamonedas, consideradas uno de los artefactos más adictivos jamás inventados. Esto se debe a que están diseñadas para desencadenar la liberación de dopamina, que es un neurotransmisor que, entre otras funciones, ayuda al cerebro a registrar cuándo vale la pena repetir un comportamiento y luego nos motiva a repetirlo.

Las recompensas también son grandes desencadenantes de este neurotransmisor. En el caso de las máquinas tragamonedas, la recompensa potencial es obviamente dinero. En los celulares, las más comunes son la aprobación social en las redes, como un “me gusta” o un comentario en una publicación. Esta es la razón por la que es tan fácil quedar atrapado en aplicaciones como las redes sociales, los juegos y las compras que estas últimas son las que tienen más disparadores de dopamina.

¿Cuáles son los síntomas y las consecuencias?

El FOMO incluye dos procesos: En primer lugar, la percepción de perderse de algo, seguido de un comportamiento compulsivo para mantener estas conexiones sociales.

La adicción a las redes sociales afecta las relaciones personales y afectivas de los jóvenes por su uso desmedido y sin control.

Mantener una conexión excesiva en redes sociales se convierte en una adicción conductual, con indicadores similares a los del consumo de sustancias adictivas como el tabaco o el alcohol.

Aun sabiendo que todos tenemos muchas cosas que hacer, vamos aplazando este tipo de actividades para estar más tiempo conectados a las redes sociales en las que, además, se han desarrollado una serie de algoritmos informáticos que, no sólo invaden nuestra privacidad, sino que además identifican nuestros gustos, intereses y necesidades de información, para atraparnos y mantenernos más tiempo en las redes y no podamos desconectarnos tan fácil.

Otro de los síntomas es el aumento de ansiedad, comienza a ser marcada, definida, persistente y genera una necesidad urgente por chequear en el celular o la tablet, una y otra vez en cortos periodos de tiempo, o utilizar una determinada app, por ejemplo, un juego. También se puede traducir en problemas de atención.

Se produce una sensación de malestar intenso, angustia e irritabilidad si no se logra conectar o acceder a la app deseada o se corta la conexión. También genera problemas en la visión y malas posturas corporales.

El FOMO puede afectar negativamente la calidad del sueño, relacionándose con dolores y falta de descanso.

¿Cómo se puede frenar el uso excesivo del móvil y evitar el FOMO?

Establecer límites: horarios para el uso de dispositivos electrónicos y fomentar actividades que no involucren pantallas durante las horas previas al sueño.

A la hora de dormir, llevar el celular a otro espacio y no dejarlo en la mesa de luz, ya que fácilmente podríamos caer en la tentación de entrar 5 minutos a echar un vistazo y quedar atrapados por horas.

Crear un ambiente propicio para el sueño: Es importante que los padres fomenten un entorno tranquilo y relajante en la habitación de sus hijos, evitando la presencia de dispositivos electrónicos durante la noche. Mantener las luces apagadas, evitar ruidos y tener una temperatura agradable.

Es importante fomentar situaciones donde se pueda conocer a la gente cara a cara y trabajar en la construcción de relaciones más ricas de la vida real. Esto probablemente reducirá los sentimientos de soledad y aislamiento.

En la Terapia Cognitiva se trabaja el FOMO,  ya que ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamientos negativos como a desarrollar estrategias para afrontar la ansiedad y el estrés relacionados con el miedo a perderse algo. Si luego de intentar estas estrategias no se obtiene ningún cambio, se debe consultar con un profesional de la salud mental.

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Facebook: Lic. Castriota Jesica - Psicóloga

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