domingo 24 de agosto del 2025

La Violencia Familiar: Vivir en el clan del “Todopoderoso”

La Violencia Familiar: Vivir en el clan del “Todopoderoso”
La Violencia Familiar: Vivir en el clan del “Todopoderoso” | CREDITO CARAS
CREDITO CARAS

La O.M.S. define a la violencia como “el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea como amenaza o efectivo, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. 

Dentro de la violencia, encontramos la familiar, que es aquella que cumple con los siguientes parámetros:

  • Se ejerce en el ámbito de la familia y termina generando que -precisamente- la violencia se torne “familiar” o se naturalice el manejo de la misma en un lugar que debiera ser seguro.
  • No es producida por una persona con un trastorno mental que impide su imputabilidad o culpabilidad.
  • Se concretará cuando algunos miembros de la familia dejan de ser respetados en sus derechos humanos o llegan a convertirse en objetos de descarga.
  • La posición familiar de ser un “chivo expiatorio” no solamente puede concretarse en abusos físicos sino también en abusos desde el discurso o la palabra.

Es decir, incluye maltrato corporal, emocional, abuso psicológico, psicopático, sexual, maltrato emocional o abandono físico, entre otros.

¿Cuáles son las características de un hogar en el que se comete abuso o violencia?

  • Se instaura un sistema de “leyes” que rige para los miembros de la familia, proveniente de una persona déspota y autoritaria, que se autopercibe como un ser todopoderoso y sin fallas, a quien todo le pertenece y para quien todo es posible (lo bueno y lo malo).
  • Los miembros conocen finalmente, una sola forma de vinculación que es la violenta, generando constantemente estallidos afectivos sin límites (ya sea como acción o como reacción).
  • Las víctimas son utilizadas para cometer actos de desborde y excesos. Es decir, ocupan el lugar de personas mediante las cuales se canalizan los desbordes, la ira, la envidia, el enojo, la agresividad. Inclusive, el nivel de ensañamiento que puede existir es tan intenso y pasional como un desborde sexual. Hay algo erótico en lastimar, que apenas está disfrazado.
  • En el hogar hay ausencia de ciertas funciones necesarias para el desarrollo de los niños y la familia, ya que solamente podrían existir si se inhibiera o controlara el desborde pulsional que existe.
  • Suele haber poco matiz afectivo en las relaciones intrafamiliares, por lo que circula la agresividad y la violencia, en reemplazo del cariño.
  • No hay límites en ningún sentido, por lo que hay confusión de lugares y generaciones. Las relaciones son simbióticas, de enlace narcisista entre los miembros, desdibujando la distancia entre hijos, padres, hermanos, etc. 
  • Quien debería instaurar un orden o legalidad, es precisamente quien la rompe o no la instaura. 
  • Predomina la negación de todos los problemas y conflictos, así como de las responsabilidades. 
  • Se boicotea el espacio externo, es decir, intercambiar placer con el exterior, se considera traición y ruptura de un pacto.
  • Los miembros demuestran pérdidas de proyectos, tiempos y espacios.

Psicóloga MN. 57.457 

Abogada Tº92 Fº959

Presidente y Fundadora de Asociación Psicoasistencial Eutimia

https://www.instagram.com/piamartina.ok/

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