sábado 06 de septiembre del 2025

Tipos de espíritus y cómo se relacionan con los vivos por Agustina Klundt

En la columna anterior te conté que la muerte no es el final, sino un tránsito hacia otra forma de existencia. Pero, ¿qué sucede con las almas después de dejar el cuerpo? No todas siguen el mismo camino, y muchas siguen interactuando con el mundo de los vivos de formas muy distintas.

Tipos de espíritus y cómo se relacionan con los vivos por Agustina Klundt
Tipos de espíritus y cómo se relacionan con los vivos por Agustina Klundt | CREDITO CARAS
CREDITO CARAS

A lo largo de mis canalizaciones, he percibido distintos tipos de espíritus y cómo se relacionan con nuestra realidad. Esta no es una lista absoluta, sino una simplificación de las presencias con las que solemos interactuar con mayor frecuencia. Diferentes corrientes espirituales y filosofías han clasificado a los espíritus en numerosas jerarquías y niveles de evolución. Pero más allá de las clasificaciones, lo importante es aprender a discernir con qué tipo de energía estamos conectando y cómo nos afecta esa conexión.

Existen los guías espirituales elevados, seres de luz que nos acompañan con amor incondicional. No interfieren en nuestro libre albedrío, pero nos envían señales sutiles para guiarnos en nuestro crecimiento. Su presencia se siente liviana, clara y armoniosa. Conectamos con ellos a través de la intuición, la meditación o simplemente elevando nuestra vibración.

También están los espíritus errantes, almas que aún no han trascendido completamente. Algunas permanecen en el plano terrenal por apego a su vida, por asuntos inconclusos o porque no comprenden su estado. Estos espíritus pueden manifestarse en sueños, generar sensaciones en ciertos espacios o tratar de llamar nuestra atención. No necesariamente tienen malas intenciones, pero su energía suele ser más densa y confusa.

Por otro lado, existen entidades de baja vibración, cuya presencia puede generar incomodidad, confusión o miedo. Estos seres no están alineados con la luz y suelen alimentarse de emociones densas como el miedo, la ira o la tristeza. Si nuestra energía está debilitada o vivimos en un estado de baja vibración, somos más propensos a sentir su influencia.

Todo esto nos recuerda que el mundo espiritual y el físico están más interconectados de lo que creemos. Nuestra energía, pensamientos y emociones actúan como imanes para ciertas presencias. Por eso, aprender a cuidar nuestra vibración y establecer límites energéticos es fundamental para mantenernos alineados y en equilibrio.

No creo en verdades absolutas ni en respuestas universales. Solo comparto lo que he aprendido a lo largo de mis experiencias, con la esperanza de que, en algún punto, estas palabras encuentren a quienes estaban listos para recibirlas. Cada persona tiene su propio camino y su propio momento.

Quizás estas palabras te traigan respuestas o tal vez despierten nuevas preguntas. Lo importante es el camino que elijas recorrer con ellas. ¿Estás listo para explorar más allá de lo que muchos han dado por sentado?

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