Valentina Nessi: Manos que emprenden, lo que nadie te cuenta de empezar sola

En esta nota a CARAS, Valentina Nessi revela el lado menos visible del oficio: más allá de los diseños y colores, ser manicura implica esfuerzo, gestión y creatividad constante. En primera persona, comparte los desafíos, aprendizajes y la valentía de emprender sola en un mundo que exige belleza.

Cuando una persona piensa en una manicura, suele imaginar a alguien que hace diseños hermosos, conversa con clientas, comparte risas y crea arte con colores. Pero lo que muchas veces no  se ve es todo lo que hay detrás: el esfuerzo, la dedicación, la presión de ser nuestra propia jefa.

Para quienes elegimos emprender en el mundo de la belleza, no todo es color de rosas. Hacer uñas lindas es solo una parte del trabajo. También tenemos que capacitarnos en un montón de otras áreas para que nuestro emprendimiento funcione y crezca de verdad.

Tenemos que aprender de finanzas, para ordenar nuestras cuentas. De marketing digital, para darnos a conocer y llegar a más personas. De bioseguridad, para cuidar nuestra salud y la de cada clienta que se sienta en nuestra mesa. Muchas veces somos nuestras propias secretarias: respondemos mensajes, agendamos turnos, llevamos planillas, compramos insumos, editamos fotos y encima... ¡tenemos que tener la creatividad  encendida!

A veces, todo esto puede resultar abrumador. Hay días donde la motivación baja, donde sentimos que no llegamos, donde nos planteamos si vale la pena seguir.

Y si sos manicurista y te sentís identificada con esto, dejame decirte algo: no estás sola. Somos miles las que nos levantamos cada día con la firme decisión de seguir apostando a lo que amamos, aunque a veces cueste.

Emprender parece romántico cuando lo ves desde afuera. Pero cuando sos vos la que abre la puerta, compra los materiales y atiende sola... entendés que también es un acto de coraje.

Cuando empecé sola tuve que aprender a organizarme con los turnos, manejar las redes sociales, estudiar cursos y atender a cada clienta como si fuera la primera. Al principio daba miedo: miedo a no tener suficiente trabajo, a equivocarme, a no estar a la altura. También hubo frustraciones, errores, días en los que sentía que nada alcanzaba.

Pero también hubo logros. Libertad, orgullo, conexión real con mujeres que confían en mí. Aprendí que emprender es difícil, pero también es una forma de independencia que no te da ningún otro trabajo.

Si estás pensando en empezar, hacelo. No hace falta tener todo listo, solo ganas y constancia.

Porque al final del día, cuando vemos a una clienta feliz, cuando logramos hacer un diseño que parecía imposible, entendemos que todo esto tiene sentido.

Este es un trabajo hermoso, pero también muy real. Y como todo trabajo real, merece respeto, valor y orgullo.

Hacer uñas lindas es solo una parte. También somos gestoras, comunicadoras y emprendedoras. Y eso, también es arte.

PARA CONOCER MÁS:

Instagram: @valennessi.nails WhatsApp: 1159798214

Web: linktr.ee/valennessi.nails