martes 02 de septiembre del 2025
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La historia de amor de 20 años entre Juan Alberto Mateyko y Naanim Timoyko

Durante dos décadas, Juan Alberto Mateyko y Naanim Timoyko compartieron amor, familia y sueños. “Me dio dos hijos maravillosos”, aseguró en +CARAS el famoso conductor.

Juan Alberto Mateyko y Naanim Timoyko
Juan Alberto Mateyko recordó su relación con Naanim Timoyko. | CARAS

En una nueva emisión de +CARAS (Caras TV), Juan Alberto Mateyko, hombre de radio y televisión, abrió su corazón y recordó su historia de amor con Naanim Timoyko, la ex vedette, bailarina y actriz argentina con quien compartió dos décadas de matrimonio y tuvo a sus dos hijos. “Fue el amor de mi vida, lejos”, reconoció sin dudar el locutor de 81 años.

La historia de amor entre Juan Alberto Mateyko y Naanim Timoyko

Mateyko y Timoyko se casaron en 1988 y permanecieron juntos hasta 2008. Durante ese tiempo formaron una familia y compartieron tanto momentos de felicidad como dificultades. De su matrimonio nacieron Rosa María, es publicista y vivió en Barcelona durante seis años, y Juan Bautista, quien también prefiere mantener un perfil bajo. 

Durante la charla con Héctor Maugeri, el “Muñeco” repasó cómo se conocieron y qué lo enamoró de ella. “Yo la conocí hace mucho, pero cada vez que quería acercarme, ella estaba en pareja”, comenzó relatando. Todo cambió en 1985, cuando coincidieron en un teatro mientras él conducía un programa de diez horas en Radio El Mundo.

Juan Alberto Mateyko en +CARAS
Juan Alberto Mateyko en +CARAS.

La voy a ver a Naanim y a todo el grupo que era fantástico. Había dos funciones en uno de los teatros más importantes. Le hice una entrevista a ella en una cabina telefónica chiquitita. O sea, que la tenía al lado mío y yo te quería decir algo: ‘Qué linda y qué ojos y que esto y que lo otro’. Pero me pareció de desubicado”, recordó con sinceridad.

Aquella charla fue breve, pero intensa: “Era muy corta la distancia entre ambos. Y hablamos de la obra. Pero ahí la mirada era mía hacia ella. Ella no me miraba con tanta profundidad. Yo sí”.

Naanim Timoyko
Naanim Timoyko integró como bailarina el elenco de Tango Argentino, éxito mundial en las décadas de 1980 y 1990.

Cuando Maugeri le preguntó qué lo enamoró de Naanim, el histórico conductor de "La movida del verano" no dudó: “De Naanim Timoyko me enamoró todo”. Y sobre lo que significó en su vida, reafirmó: “Fue el amor de mi vida, lejos”.

Fruto de esa relación llegaron sus dos hijos. “Me dio dos hijos maravillosos. Ella un día dijo: ‘Yo no puedo seguirte tu ritmo. Yo quiero dedicarme a criar a nuestros hijos’”, señaló, subrayando la entrega de Naanim a la maternidad.

Juan Alberto Mateyko
Juan Alberto Mateyko con sus dos hijos, Rosa y Juan Bautista.

Con la familia ya conformada, llegó el sueño de la casa propia fuera de la ciudad. “Sucede que no todo es para siempre. La primera parte es maravillosa. Tomamos la decisión un día. Como yo hacía sábados y domingos en la radio no teníamos la posibilidad de tener una casa de fin de semana. Dejo de hacer sábado y domingo para hacer lunes a viernes y yo tenía una asignatura pendiente y se lo comenté a ella y ella me dijo: ‘Sí’”.

Juan Alberto Mateyko y Naanim Timoyko
Juan Alberto Mateyko y Naanim Timoyko.
Juan Alberto Mateyko, Héctor Maugeri y Rosa María
Juan Alberto Mateyko junto a su primogénita Rosa María y Héctor Maugeri.

Fue entonces cuando Naanim tomó la iniciativa: “Al otro día ella salió y buscó lugares, caímos en uno que es el Olivos Golf, donde un día me dijo: ‘Qué lindo lugar este’, porque íbamos con Rosita que tendría un año, dos años. Ella siempre pensando en la familia, pero fundamentalmente en la primera hija”, recordó con ternura. De esta forma comenzó una nueva etapa, marcada por el deseo de compartir más tiempo en familia. Poco después llegaría Juan Bautista para completar la familia que ambos soñaron.

Durante la entrevista con Héctor Maugeri en +CARAS, Juan Alberto Mateyko recuerdó con gratitud esos 20 años de amor y vida compartida junto a Naanim Timoyko. A pesar de la separación, su relación se mantuvo marcada por un profundo afecto, especialmente en lo que respecta a la crianza y acompañamiento de sus hijos, consolidando así un lazo inquebrantable más allá del tiempo.

MDP