—¿Cuándo fue la primera vez que el cuerpo le advirtió que estaba creciendo?
—No sé, será que yo me veo tan parecida a mi mamá y a mi papá, que cuando me miro en el espejo y los veo, y me amo…(Se emociona. Se le quiebra la voz) La mirada mía es la mirada de mi mamá, tengo las manos de mi madre. Mi papá se fue hace un año, era fuerte, eterno, rugbier, Puma, nunca se iba a morir…Mamá , después de mucha enfermedad, falleció hace 18 años. La muerte de mis padres fue un cachetazo de la vida.
—¿Alguna vez se sometió a alguna cirugía estética?
—Para hacerme las lolas, la cara nunca me la toqué. Y jamás me la voy a tocar. Esa es una decisión que una debe de tomar antes de los 40. Ahora es tarde. El deterioro físico al que la gente le tiene tanto a miedo, a mí me genera otra sensación, es parte de un proceso natural. No quiero ir en contra de la naturaleza. Estudié Biología, cómo me voy a meter con Dios. Siempre me interesaron los procesos químicos. Me interesa más qué pasa en nuestras células que verme reflejada en un espejo.
—Uno de los dolores más profundos que las mujeres maduras atraviesan es el de la invisibilidad frente a la mirada masculina…
—Sí, es verdad. Es cierto. Pero para lo que a muchas mujeres le resulta atormentador, a mí me dio mucha paz. Porque a mí el único que me mira es el que yo quiero que me mire. No me importan los otros. Y cuando los otros me miraban escaneádome me ponían en una situación muy incómoda. Esto que vos decís me dio mucha paz. Ya no tengo que andar diciendo que soy una mujer casada o que no me llamen…
—¿Fue una mujer acosada?
—Me han tirado tiros, sí…
—Usted pondera la invisibilidad femenina porque está al lado de un hombre con el que aún celebra el amor y la compañía. Pero hay muchas mujeres que están solas y que desean ser vistas por la mirada masculina..
—Mirá, hay tantas cosas para divertirse y pasarla bien que no tienen pito (risas) La vida es tan rica…Yo tengo amigas que están solas y que la pasan súper bien y no necesariamente por estar con un hombre. Mi universo femenino es muy amplio, somos cuatro hermanas, y varios grupos de amigas. Soy muy de club de mujeres.
—Y dentro de ese club de mujeres ¿No siente que las que pasaron los 50 tienen menos chances de que un hombre las elija para disfrutar del sexo y la compañía?
—Yo veo muchas mujeres muy libres que no están a la espera que les suene el teléfono de algún hombre. La mujer hoy es más poderosa en todos los sentidos: viaja, se divierte, no necesita la presencia de un hombre, necesariamente, para sentirse completa o feliz.
—¿A su edad, y sin un hombre al lado, extrañaría el pito…?
—No lo sé. Yo necesito de Lucas, porque es mi compañero y construí una vida junto a él. Pero extrañar la presencia de un hombre, de alguien que me diga lo que quiere que haga o tenga que hacer…no me interesa. Yo amo mi presente con Lucas, con quien aún me divierto, me río y tenemos códigos. No sé si podría adaptarme a la vida de otro señor. No sé si quiero eso. Tiene que ser un milagro.
—Cuando se reúne con sus amigas, ¿ Hablan de hombres?
—No, habiendo tanto temas para hablar….Pero por favor, que aburrido. Te juro que me aburre. Con mis amigas me gusta reunirme a boludear, a reírnos…
—Sin embargo la mujer es la que critica sin piedad a otras mujeres.
—A mí me aburre criticar a otra mujer. Me aburre la crítica.
—¿Su marido sufrió por celos?
—Sabes que no, y a mí me molesta que no sea celoso. El es muy estratega, yo no. Quizás es celoso y siempre lo fue, pero yo jamás me di cuenta. Tampoco es un hombre posesivo ni controlador. Lucas es muy compañero. El es chusma, le gusta saber todo y todo el tiempo.
—¿El sexo y la pasión se transforma a través de los años y la convivencia?
—Sí, se transforma. Volvamos a lo químico, hay una hormona que se llama “oxitocina” y es la del apego. Y si el otro logra que mi hormona siga activa a través de los años no me quiero separar más. Nos gusta estar juntos, dormir juntos y despertarnos juntos. Tuvimos nuestras crisis, fuimos tres veces a una terapia de pareja y nos hizo muy bien. Nos habíamos desconectado.
—¿Son una pareja muy sexual?
—No, tranqui. Somos muy cariñosos.
—Durante los '90 se habló de usted como una de las mujeres más sexuales y hots.
—Yo no soy así. Y cuando me lo cuentan me río, me sorprendo. Y perra, cero. Yo soy de las que necesitan que me hablen, que me digan, que me seduzcan.
—¿El erotismo para usted pasa por lo químico y mental?
—Sí, el humor es algo que me calienta.
—¿Alguna vez su marido le envió fotos eróticas para estimularla?
—¿Queeee?, pero me muero, no. Y yo, jamás.
—¿Para Lucas fue relajado y fácil ser el hombre de una mujer como usted?
—Sí, porque yo no me hago la importante. En mi casa nadie tiene el centro. Nunca me hice la interesante en la vida porque además, en mi casa, cuando yo era chica, mi abuela, que fue una mujer muy fuerte, siempre nos decía: “Este se hace el importante, no le des bola…” Ella, que era una mujer muy refinada, me remarcaba: “Nunca te vistas como la gente de la televisión” Y cuando me casé por segunda vez, a los 44, ella me miró, y me dijo: “Que ridiculez, vestida de blanco”. Una genia, era un ser de luz con mucho humor. Otra vez, cuando me compré mi primer departamento, ella llegó y me dijo :“Querida, te vas a recibir de mujer el día que tengas tu propio pedazo de tierra…tenés que meter las manos dentro de la tierra. Porque una mujer es Tierra.” Mi abuela era sabia.
—¿Cuándo sintió que finalmente se recibió de mujer?
—No hace tanto, quizás 15 años atrás. Cuando me sentí contenta con la vida que había desarrollado. Con la mujer que quería ser.
—¿Supo ponerle límites a su única hija mujer?
—Sí, yo tengo una relación con Fini muy de par. A Lucas le costó más. Pero con Tommy fue igual. Fui estructurada en la forma de educarlos pero jamás estricta. Les he hablado mucho. Tommy estudio Ciencias Políticas y trabaja en empresas privadas. Es un bombón, y como padre, un ejemplo.
—¿Como reaccionó frente al título de abuela?
—Mi hijo tenía miedo de decírmelo por el prejuicio del rol. Para mí fue la mejor noticia de mi vida. Me volví a enamorar como cuando tenía 15 años, pero esta vez, de mis nietos. Los chicos vienen mucho a mi casa, o yo a la de ellos. Me gusta también salir con ellos, pero de manera individual, compartiendo lo que a ellos más les gusta. Yo tengo un hermoso recuerdo de mis cuatro abuelos, fueron muy importantes en mi vida, y aspiro que mi rol lo sea para ellos. Me gusta hacerles juegos, estar atenta a ellos. A pesar de que cuando trabajo tengo poco tiempo y me hace un poquito de ruido…