A pocos días de dar a luz, Katy Perry compartió con sus fans la habitación que ella misma se ocupó de ambientar para su beba en camino.
Lejos de las estridencias que la caracterizan, Katy eligió para su hija un espacio despojado con la idea de transmitir calma y serenidad.
La pared de color rosa, contrasta con la cortina en nude y al lado del ventanal, en el centro del espacio, una cuna con sus móviles protagonizan el espacio de estilo moderno y minimalista.
Claro es que la cuna no es cualquiera. Perry se ocupó de que tenga todas las características necesarias para el buen descanso del bebé y compró una Stokke Sleepi, que por su forma ovalada transmite seguridad al bebé.
Está construida en madera de Haya maciza y el sommier se puede ajustar en su altura para la comodidad de la mamá a la hora de acostarlo, además está perforado para una buena circulación del aire.
Tiene ruedas giratorias para trasladarla a otros ambientes y al mismo tiempo, estas ruedas se bloquean para evitar que la cuna se deslice sola. Sus barrotes separados permiten la óptimas circulación de aire y además es extensible para adaptarse a medida que la niña va creciendo.
Sólo la cuna, sin los accesorios para cuando sea más grande, tiene un valor cercano a los mil dólares, que la cantante no dudó en abonar, todo sea por la felicidad de su primogénita, quien tendrá como madrina a Jennifer Aniston.