Laurita Fernández volvió esta mañana al país, después de unas vacaciones en Nueva York. La bailarina logró cumplir su gran sueño y recorrió Broadway donde visitó los principales musicales de la Gran Manzana. Al volver de un país que está incluído en la lista como peligroso por tener varios casos de Coronavirus. Laurita y su pareja, Nicolás Cabré, debieron tomar varios recaudos para que ella no tenga contacto con nadie y entre en cuarentena.
“La verdad que el viaje la pasé bárbaro, era un sueño para mí. Desde que empecé a bailar que quería ir a ver musicales a Broadway y pude cumplirlo”, dijo en exclusiva para CARAS.
En medio de esa aventura, la rubia se enteró que debía permanecer en cuarentena por la expansión del Coronavirus. “Estando allá explotó la fiebre del virus en todos lados. Nos tomó por sorpresa a todos los que estábamos en destinos que no estaban declarados como peligrosos”, contó y aseguró que no tuvo problemas para regresar .
“De casualidad tenía fecha para hoy y no tuve problemas. Te toman la fiebre en el aeropuerto y pasás por un scanner”, dijo y reveló que tuvo que planificar una estrategia de prevención con su familia y Nicolás Cabré, quien la esperaban en casa.
“Tomé muchos recaudos durante el viaje, hice todo lo que pidieron. Me armé toda una logística con mis papás y Nico. Me dejaron el auto estacionado en el aeropuerto un día antes con la llave. Yo lo retiré hoy y volví en mi propio auto para no tener contacto con nadie ni tomarme un taxi”, aclaró.
Luego, contó qué otras medidas tomaron para atravesar la cuarentena de 14 días. “ Me compraron comida, bebida y cosas de higiene y limpieza. Quienes vienen de viaje tienen que armar esa logística, para comer y tener insumos. Pude contar con Nico y mi familia para que me ayuden con esto”, reveló.
Laurita también relató cómo viven los neoyorkinos esta situación de emergencia. “La gente no estaba paranoica. Hay puestos de alcohol en gel en todos lados, en los baños. Mucho jabón, agua fría y caliente. Todo muy bien organizado. El último día de mi estadía suspendieron los shows de Broadway. Empezaron a tomar medidas más extremas. Mientras yo estuve los locales estaban abiertos, la gente se probaba la ropa, no hay paranoia”, concluyó.
Por Victoria Fridman/ Alfonsina Murialdo