La hija del millonario italiano GianLucca Vacchi y la modelo venezolana Sharon Fonseca, Blu Jerusalema, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. La niña de seis meses nació con una malformación congénita: labio leporino.
La pequeña, salió bien de la operación, aunque ésta fue la primera de otras más que tendrá que afrontar más adelante para poder corregir totalmente tanto interna como estéticamente la fisura de su labio.
Emocionado por el resultado exitoso de la operación Vacchi, de 53 años, compartió la noticia con sus casi 20 millones de seguidores en Instagram con una imagen en la que se lo ve con la niña en sus brazos recién salida del quirófano.
"A principios de esta semana tuvimos la cirugía del paladar hendido de nuestra hija. Ha sido una semana muy desafiante y emocional para nosotros y ya se pueden imaginar para ella: que tu pequeño bebé pase por algo tan serio como una cirugía, realmente sacude todo tu mundo como padre. Nuestro ángel realmente nunca deja de sorprendernos!!", comenzó su relato el Bon vivant.
Gianluca, que siempre muestra su vida llena de alegría, éste debe ser uno de los pocos posteos en los que muestra el sufrimiento a flor de piel. Compenetrado en el difícil momento que le tocó atravesar a la familia, Vacchi siguió escribiendo: "Ella fue tan valiente, amable y dulce a pesar de todo. Me enorgullece ser su padre. Con lágrimas en los ojos, les digo que mi corazón está con todos los padres que pasan por experiencias de salud con sus bebés. Espero que estén siempre protegidos", finalizó.
Emocionado por ver que su niña se recupera, Gianluca también dijo: "Nunca lavaré la camiseta con su sangre de las primeras horas post operatorias en las que mis brazos eran su única certeza. Quiero que quede cada recuerdo interno y externo de esta profunda lección de valentía que este pequeño ángel nos dio a Sharon y a mi", finalizó.
Qué es el labio leporino
El labio leporino o hendimiento del paladar es uno de los defectos más comunes de nacimiento y es cuando en el período de gestación, al bebé no se le fusiona el labio superior en el paladar. Esto puede ser sólo de un lado o de ambos lados del labio.
En la mayoría de los casos y tras las intervenciones quirúrgicas, se puede restaurar el paladar y el labio. Actualmente, con el avance de la medicina, son mínimas las cicatrices que pueden quedar en el rostro de la persona con esta malformación.
Las personas que padecen labio leporino pueden tener problemas con el habla y también para comer. Esto les puede producir además pérdida de audición y problemas con los dientes.
Pueden necesitar terapias para poder hablar y necesita de un cuidado específico odontológico y de ortodoncia.
Con la cirugía se logra cerrar el labio y el paladar y se recomienda que la intervención se realice antes del primer año de vida.
Con la realización de los tratamientos adecuados, la mayoría obtiene buenos resultados y pueden llevar una vida saludable.
LP