Siempre les tocó mirarlo desde afuera, pero hoy son ellas, aún incrédulas, quienes ocupan la cancha principal del predio de la AFA en Ezeiza. La reciente profesionalización del fútbol femenino en la Argentina y el compromiso asumido por el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia (51), de tratar a todas las selecciones nacionales “de la misma manera” fueron elementos decisivos para que las chicas del seleccionado vivan este presente. Concentradas hasta el próximo viernes 31 en ese predio donde solian sentirse “convidadas de piedra”, las mujeres del femenino valoran esta ilusionante etapa de sueños compartidos.
“Siento que todo esto que pasa tenía que llegar en algún momento. Esperemos que la ola no se corte después del Mundial, ya que los verdaderos cambios los vamos a ver bien después de Francia”, analiza con su vasta trayectoria y pergaminos a cuestas la mendocina Estefanía Banini (28), capitana del seleccionado y mediocampista del Levante de España, quien desearía tener “contacto con los jugadores del masculino” para que la AFA “sea una gran familia”. Sin experiencia aún en el exterior pero baluarte ofensiva del último campeón local, la UAI Urquiza, la delantera Milagros Menéndez (22) dice que este presente se lo fueron ganando de a poco y contagia con su fe: “Será un torneo difícil, pero no imposible, sabemos que la Argentina va a dar que hablar. Queremos dejar una buena imagen y tratar de pasar de ronda, tenemos con qué”. CARAS compartió con 24 de las 26 preseleccionadas (la lista final será de 23) un día de práctica en Ezeiza y la prueba de la vestimenta oficial de Ayres, que contempla un saco y pantalón traje en azul con remera blanca básica, y una opción “B” con jean en vez de pantalón. Toda una revolución a la que “Chiqui” Tapia apoya y acompaña desde su lugar, ya que garantizó su presencia en Francia en lo que será la vuelta de la AFA a un Mundial femenino después de doce años.