Como todos los años, Carmen Barbieri (63) armó sus maletas y voló a Nueva York. La ciudad que la inunda de placer y le recarga las pilas. Pero en este viaje, además de encontrarse con amigos y hacer shopping, pícaramente jugó con la posibilidad de acelerar los latidos de su corazón. Un nuevo hombre sobrevoló sus últimos meses. Chateos hasta altas horas y la promesa de un divertido encuentro en Manhattan hizo que el verano pasara rápido.
“Viajé a Nueva York el 12 de marzo y el 13 ya nos encontramos por primera vez con Andrés. Es todo muy loco porque yo no lo conocía personalmente. Es muy amigo de unos amigos que viven allá y como le gustaba desde hace años, le dieron el contacto y, aunque al principio le daba mucha vergüenza llamarme, lo hizo y comenzamos a hablar por WhatsApp. Nos hicimos muy amigos con largas charlas de madrugada”, cuenta Carmen como parte de una historia que se asemeja a un romántico guión cinematográfico.
“Es un señor grande, de cincuenta y pico. Tiene casa en Nueva York y en Miami y me estaba esperando para agasajarme. Primero me sor- prendió regalándome una joya y después me llevó al teatro y a comer a restó, como TAO, Red Lobster, Sardis...”, relata entusiasmada.
Aunque ante los celos de su hijo Federico (29) al enterarse del nuevo candidato, aclara: “Andrés es un señor maravilloso. Pero no es mi novio; somos amigos. Podríamos ser ‘amigovios’ por lo bien que me hizo sentir durante los dos días que pasamos juntos sin separarnos ni un momento”. El tiempo compartido fue corto ya que Carmen debía regresar a Buenos Aires para su re-debut con “Nuevamente Juntos”, con su hijo “Fede” y su ex Santiago Bal, el 22 de mayo, en el “Multitabis Comafi”.