Mameluco rojo y careta de Dalí, así se maneja una de las bandas delictivas más famosas de la ficción a la hora de cometer sus famosos atracos. Como si de Robin Hood o Aladdín se tratara, sus objetivos siempre son los poderosos que se quedan con todo el dinero, hasta el que no les corresponde. Sin nombres y con seudónimos que refieren a ciudades, viven en el más estricto anonimato. Así, se manejan y viven los secuaces del “Profesor”, la mente maestra detrás de la gran estafa llamada “La Casa de Papel”, que acaba de estrenar en el mundo entero su tercera temporada producida por “Netflix”. Para esta nueva entrega, el gigante de streaming convocó nuevos miembros para la banda a la que se sumó el argentino Rodrigo de la Serna (43), en el rol de “Palermo”, en alusión a la ciudad italiana en dónde reside su personaje.
“Cada vez que recuerdo el llamado de los productores me emociono mucho. Fue genial, fue maravilloso. Tenía ciertas inquietudes, porque arribar a un programa tan exitoso, con una familia tan bien conformada, tan armónica, donde cada uno cumplía su rol brillantemente, me daba cierto temor. Aún así me dije: ‘Vamos a ver qué pasa acá’. La verdad es que todos me recibieron con muchísimo afecto. Me hicieron sentir uno más desde el primer momento. Me siento como en casa trabajando con ellos, y fue maravilloso”, recuerda.
Estrenada en 2017, la serie, producida por “Antena 3”, se convirtió rápidamente en un éxito en España y, tras la compra de los derechos por parte de “Netflix”, en el mundo entero. Protagonizada por Álvaro Morte, Úrsula Corberó, Miguel Herrán, Alba Flores, Pedro Alonso, Jaime Lorente, Enrique Arce e Itziar Ituño, la serie sigue los pasos de una banda que planea un atraco a la “Fábrica Nacional de Timbre y Moneda” para imprimir 2400 millones de euros y escaparse con el mayor botín de la historia. La acción y el suspenso son las claves de esta serie cuya tercera entrega comienza con la banda desperdigada por el mundo y viviendo la buena vida hasta que uno de sus miembros es secuestrado en una paradisiaca isla, cambiando el curso de la historia de los atracadores para siempre.
“El éxito de la serie tiene que ver con la asfixia global respecto de un sistema financiero perverso que destruye las ambiciones de las personas y las arroja a la pobreza. Y los que no cayeron todavía cada vez tienen que pagar más impuestos para beneficios de tan pocas personas. Todo ese contexto es el culpable de la sensación que causa ‘La Casa de Papel’ y que pinta a los atracadores como unos Robin Hood. No estamos haciendo la revolución con este programa, ni mucho menos. Es una serie masiva, de consumo masivo, que ni siquiera cuestiona en profundidad. Insisto, la revolución no se hace mirando ‘Netflix’. Y tampoco hablo de revolución, porque es una palabra con una carga muy violenta”, dice.
“Esta vez no es por el dinero. Esta vez es por la familia”, reza el lema de esta tercera entrega que hace hincapié en los lazos que unen a esta banda tan dispar como compañera y para la que la lealtal es el valor más importante. A este grupo al que se le sumó un desenfadado argentino que se transforma, sin quererlo, en un Robin Hood del siglo XXI que, sin arco ni flechas, pero con una careta de Dalí, le planta cara a la desigualdad.
Fotos: Gentileza Netflix.