En un año de grandes desafíos laborales, Marley optó por un estilo descontracturado y cambió su imagen.
Mientras se prepara para encarar una nueva temporada de Por el mundo, el conductor de Un minuto para ganar despertó la atención de sus followers y dejó crecer su barba. El flamante papá de Mirko, dio otro toque a su ya clásico look y sorprendió.
Marley habló en exclusiva con CARAS y, en el marco del festejo por los dos millones de seguidores de nuestra revista, reveló cómo afecta la creciente popularidad de su bebé..
—¿Cómo explica el furor que su heredero tiene en las redes sociales?
—Creo que, en parte, puede ser que la gente trasladó hacia mi hijo el cariño que me tiene. Pero después pasaron cosas que se me fueron de las manos. Leí notas en portales del exterior sobre Mirko que decían: “El mayor influencer en Argentina es un bebé con casi tres millones de seguidores en Instagram y un Martín Fierro Digital de Oro”. Es fuerte pero lo que tiene de interesante esta gran repercusión es que cada vez más personas aceptan nuevos estilos de familia: de padres o madres solteras con hijos. Todos los mensajes que recibo son con buena onda: la gente ve a Mirko como si fuese el bebé del país, eso me expresan en la calle, lo consideran un familiar más. Y lo más lindo es que me lo dicen desde niños hasta personas más grandes que sienten a mi hijo como un nieto.
—Ese sentir también se manifiesta en el Instagram de Caras, que alcanzó los 2 millones de seguidores...
—¡Los felicito por semejante logro! Las redes son muy importantes ya que todo se refleja en ellas. Estoy muy agradecido a la revista porque siempre acompañó mi carrera y mi sueño de ser papá. Desde que me enteré que iba a tener un hijo, Caras registró cada etapa del crecimiento de Mirko, tengo todas esas notas guardadas para que mi hijo las vea de grande.
—¿Qué le responde a los que no están de acuerdo con la exposición de los niños?
—Respeto todas las opiniones. En lo personal, pienso que hoy los chicos crecen de otra manera y naturalizan el tema de las redes sociales. Mientras Mirko se divierta, voy a dejar que haga lo que quiera. El día que me pida que no lo exponga más, dejaré de hacerlo. Aunque es difícil que no tenga exposición con un papá famoso. Por ahora, él juega y expresa su felicidad cuando le saco fotos o grabo.