Gabriella de Mónaco comparte día de nacimiento, educación y vida pública con su hermano mellizo, el príncipe Jacques. Sin embargo, a pesar de su cercanía biológica y de edad, sus destinos dentro de la familia real están marcados por una diferencia legal significativa. Desde su nacimiento, la princesa ha quedado al margen de la línea directa de sucesión al trono.
La norma que establece esta distinción continúa vigente en el Principado de Mónaco y ha sido tema de debate desde que nacieron los hijos del príncipe Alberto II y Charlène. Gabriella no va a poder reinar mientras Jacques esté vivo, debido a una antigua ley que establece prioridad masculina en la sucesión.
Gabriela y Jacques: los hermanos reales que no heredarán el trono
El sistema legal que regula la sucesión al trono monegasco se basa en la ley sálica. Esta norma histórica impide que una mujer acceda al trono si existe un heredero varón, incluso si ambos son mellizos, como en este caso. Solo en ausencia total de descendencia masculina, una hija podría ser nombrada soberana. Un ejemplo de esto se observa en España, donde la princesa Leonor es heredera por ser la mayor de las hijas del rey, sin hermanos varones.

Desde su nacimiento en 2014, Gabriella ha ocupado un rol secundario dentro de la estructura de la familia principesca. Según fuentes cercanas, la princesa Charlène adoptó desde el principio una actitud protectora hacia su hija, consciente de que no tendría el mismo peso institucional que su hermano. Esa diferencia también marca las proyecciones para el futuro de la nena.
Se espera que Gabriella de Mónaco adopte un perfil público más vinculado a la beneficencia y las actividades sociales, similar al que desempeñan actualmente sus tías, las princesas Carolina y Estefanía. En caso de realizar estudios universitarios, no se prevé que pueda ejercer una carrera profesional de manera activa, debido a las restricciones asociadas a su estatus real.

Por otro lado, el camino de su hermano Jacques hacia el trono tampoco está completamente despejado. Se ha difundido que Carolina de Mónaco firmó un acuerdo con su hermano Alberto que le permitiría asumir el rol de regente si el príncipe quedara incapacitado antes de que Jacques cumpla la mayoría de edad.
Así, mientras el destino institucional de Gabriella de Mónaco parece definido desde el marco legal, su lugar en la vida pública del Principado dependerá también de cómo evolucione la dinámica interna de los Grimaldi en los próximos años.
F.A

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