Meghan Markle vuelve a estar en el centro de la polémica tras la publicación de un artículo en Vanity Fair que expone el complicado clima laboral que, según diversas fuentes, se vive bajo su liderazgo. La duquesa de Sussex, quien en los últimos años intentó construir una imagen de resiliencia y empoderamiento, enfrenta ahora una ola de críticas debido a las declaraciones de exempleados que trabajaron con ella en distintos proyectos.
El informe cuenta con testimonios de trabajadores que describen un ambiente laboral opresivo, caracterizado por la alta presión y un trato poco amable por parte de Markle. Algunos incluso revelaron haber necesitado terapia tras su experiencia laboral con ella, mientras que otros aseguraron haber pedido licencias prolongadas para recuperarse del desgaste emocional.
Uno de los relatos más impactantes proviene de un exempleado del pódcast "Archetypes", quien confesó haber experimentado episodios de ansiedad severa mientras trabajaba para Meghan. “La presión era insoportable. Se esperaba perfección en todo momento y el más mínimo error podía convertirse en un problema mayor”, afirmó bajo anonimato.
Meghan Markle y su liderazgo bajo la lupa
Según los testimonios, Meghan Markle es descrita como una jefa con comportamientos erráticos y autoritarios, llegando incluso a levantar la voz sin razón aparente. "No hay necesidad de gritos, pero aun así los hay", comentó una fuente cercana a su equipo. Estas acusaciones refuerzan otras que hicieron antiguos empleados del Palacio de Kensington, quienes también denunciaron actitudes similares cuando la duquesa aún formaba parte de la familia real británica.
Este patrón de comportamiento habría llevado a Buckingham a iniciar una investigación interna en 2021, cuyos resultados nunca fueron revelados públicamente. Sin embargo, el hecho de que las denuncias sigan apareciendo indica que la problemática podría no haber sido un caso aislado.
Desde su salida de la monarquía británica junto a su esposo, el príncipe Harry, Meghan intentó consolidarse en el mundo del entretenimiento y la filantropía, pero la percepción pública de su figura parece estar dividida.
Medios como The Cut destacaron su habilidad para la autopromoción, aunque también señalaron que su discurso de "superación personal" no logró generar la conexión esperada con el público estadounidense. En Montecito, la exclusiva comunidad de California donde reside la pareja, algunos vecinos criticaron su aparente desconexión con la realidad cotidiana y su vida dentro de una burbuja de lujo.
Con esta nueva controversia sobre la mesa, el futuro de Meghan Markle y el príncipe Harry parece más incierto que nunca. Su relación con Hollywood es intermitente, con proyectos que no terminan de despegar y acuerdos con plataformas de streaming que terminan siendo cancelados o modificados.
VO
