"Los príncipes y princesas de la Casa Real deberán ser educados en la misma fe y dentro del Reino”, reza el artículo cuarto de la Constitución sueca para disgusto de la princesa Magdalena, quien quedó en una verdadera encrucijada. El pasado 20 de febrero su hija, la princesa Leonore, cumplió seis años. Es decir que la niña ya debería comenzar las clases en territorio sueco si es que no quiere perder todos sus privilegios reales.
Recordemos que la educación obligatoria empieza en el país nórdico a los seis años; antes, los más pequeños acuden al preescolar o guardería. Magdalena ha manifestado sus ganas de que sus tres hijos acudan a colegios de la Florida, donde residen en la actualidad. De hecho, hasta ya ha confirmado que sus herederos tendrán su educación formal en los Estados Unidos, por lo que finalmente ¿perderán sus derechos y obligaciones con la Corona sueca?
Se estima que sí, ya que es muy poco probable que a estas alturas se realice una modificación tan importante en la Constitución de dicho país y la familia de Magdalena no manifestó sus deseos de instalarse en Suecia. Esto se debe a la atareada agenda de su padre, el empresario Chris O'Neill, quien tuvo que renunciar a los títulos reales que le ofreció el Rey con motivo de su boda. Y es que de haberlo aceptado, tendría que haber dicho adiós a sus negocios, tal como estipula la ley.