Editora Ejecutiva del Área de Entretenimiento. Se ha especializado en moda y lifestyle. Ha trabajado en la revista CARAS y actualmente es parte de Marie Claire. Ha sido profesora de Espectáculos en el Máster de periodismo que imparte Editorial Perfil y tiene formación de posgrado en moda y lujo en la Universidad Autònoma de Barcelona. Mail: [email protected]
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Días atrás, Meghan Markle sorprendía al mundo al hacer una triste y sincera confesión. En su paso por la avant premiere de El Rey León en Londres, la esposa del príncipe Harry dejó entrever que la vida en la familia real no es tan color de rosas como se piensa.
"Estoy muy feliz por su unión. El amor el increíble. Es maravilloso. Yo solo quería decirles que significa mucho para muchos de nosotros. En verdad. Los estamos apoyando", comentó el productor y cantante Pharrell Williams en el encuentro que tuvo en la alfombra roja con la pareja. Para sorpresa de muchos, Markle respondió: "Gracias, no lo hacen fácil".
Desde la llegada de la ex actriz a la familia británica, tuvo que "amoldarse" a las costumbres y estrictas reglas de protocolo que cada uno de los royals siguen a rajatabla. Y sin lugar a dudas ha sido todo un desafío para la mamá de Archie Harrison, pero queda a la vista que Markle se mueve como pez en el agua en cada una de sus apariciones.
Aquí, algunas de las reglas que Meghan Markle sigue día a día y que "no le hacen fácil" su vida como miembro de la corona:
- Meghan no puede usar redes sociales personales. Es por eso que su día adía es compartido desde las cuentas de Instagram y Twitter de Kensington Royal.
- La Duquesa de Sussex tiene prohibido dar autógrafos para evitar cualquier tipo de falsificación.
- Queda estrictamente prohibido llamarla "princesa" ya que su matrimonio es una "excepción a la regla".
- Cuando viaje, en su maleta debe incluir ropa de funeral. Esta regla se impuso luego de que cuando Elizabeth II aún era princesa, se enteró de la muerte de su padre, el rey George VI mientras estaba en África y tuvo que viajar de ese continente a Inglaterra en “ropa de calle”.
- Debe poder hablar más de dos idiomas, ya que sus tareas de beneficencia alrededor del mundo implican que sepa comunicarse de manera fluida.
- Está terminantemente prohibido hablar sobre su relación con el príncipe Harry o intimidades de la familia. No puede "ventilar" ningún tipo de intimidad a la prensa ni con nadie que pueda replicar esa información.
- No importa la ocasión, siempre deberá hacer una reverencia a la Reina. Así mismo con cualquier persona que tenga un rango más alto que el de ella.
- De por vida ya tiene un lugar asignado: cuando se trate de una reunión familiar, Meghan siempre deberá sentarse junto a su esposo Harry.
- Las cenas con Isabel comienzan a las 8:30, ni un minuto antes ni uno después. La misma no podrá extenderse más allá de las 10 de la noche.
- Tiene prohibido cruzar las piernas en público.
- La Reina no aprueba el uso de zapatos de plataforma, así que ni ella ni ninguna otra mujer de la Casa Real Británica pueden usarlas. Tampoco Meghan puede mostrarse en público con minifaldas. El largo deseado es "por debajo de la rodilla". Está estipulado que eventos formales use sombreros.
- No puede votar en las elecciones británicas.
- No puede comer antes o después de la Reina. De hecho, en cuanto la monarca termine de ingerir sus alimentos, los presentes deberán parar aunque no hayan terminado.
- Meghan no puede mostrar afecto en público.
- Si la esposa de Harry se encuentra en el mismo lugar que Isabel y quiere irse a dormir, no puede hacerlo hasta que la monarca se retire.
- Tiene terminantemente prohibido comer mariscos. Esto es para evitar una intoxicación y lo cumplen todos los miembros de la realeza a rajatabla.
- El Monopoly es un juego prohibido para la familia real por "la adicción" que genera.
- En navidad no podrá abrir regalos.
- Siempre que desayune con Isabel, deberá ajustarse a su estricto menú: cereales y té negro.
- No puede pintarse las uñas de negro ni usar lapiz labial. De hacerlo deberá ser de un color discreto.