Mick Jagger, de 75 años, expresó en su cuenta de Twitter que se siente “mucho mejor” tras la intervención cardíaca que le realizaron en Nueva York y que lo obligó a suspender una serie de conciertos. Ahora, el líder de los Rolling Stones deberá permanecer en reposo por al menos 4 o 5 días más.
En concreto, al cantante le practicaron un reemplazo de válvula aórtica por catéter. Consultado por Caras Salud, el Doctor Matías Szejfman, coordinador de Hemodinamia del Sanatorio Finochietto, explicó que “la técnica consta en realizar una pequeña incisión en la ingle por la cual se coloca un catéter que atraviesa todo el sistema vascular hasta llegar por la arteria aorta a la válvula aórtica”. Y añadió que “una vez que se llega, se despliega una prótesis valvular biológica que aplasta a la válvula original enferma que tenía el paciente y la suplanta su función”.
Una de las principales ventajas de esta técnica es que es mínimamente invasiva, no requiere apertura de tórax como en las cirugías convencionales y por ende, los tiempos de recuperación son menores. De hecho, según expresó Szejfman, quien es también encargado del Programa de Implante Valvular Aórtico del Sanatorio Finochietto, el procedimiento en quirófano dura entre 45 y 60 minutos, la recuperación es de aproximadamente 48 horas y los pacientes pueden volver a sus actividades normales en un plazo de entre siete y 10 días. “Los principales recaudos que deben tomar al llegar al hogar son en los movimientos bruscos, ya que la primera incisión es en la pierna”, aclaró.
Quienes necesitan este tipo de procedimientos son los afectados por las estenosis aórticas severas, nombre que refiere a cuando la válvula aórtica no se abre por completo, lo cual disminuye el flujo de sangre desde el corazón.
“En Argentina, unos 120 mil pacientes presentan esta condición, que se caracteriza por ser una enfermedad progresiva que conduce a la insuficiencia cardíaca severa y que se presenta con mayor frecuencia conforme avanza la edad (15% de las personas mayores de 85 años)”, remarcó el doctor Diego Grinfeld, vicepresidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
Los principales candidatos el reemplazo de válvula aórtica por vía percutánea, también conocida como TAVI por sus siglas en inglés, eran, históricamente, los que presentaban riesgos ante una cirugía a corazón abierto, es decir, con apertura torácica.
“La técnica que siempre fue considerada la más fiable (lo que en medicina se llama ‘gold standard’) es la cirugía cardiovascular convencional. Cuando aparecieron estas técnicas menos invasivas y aún no se conocían muy bien los resultados, se reservaban para los pacientes de alto riesgo quirúrgico. Pero al demostrarse su seguridad y eficacia, también se empezó a realizar en aquellos que corrían menor peligro”, indicó Szejftman.
“Hoy, en EEUU se recomienda el reemplazo de válvula aórtica por catéter a pacientes de alto riesgo y moderado riesgo quirúrgico. Pero durante este último mes se conocieron resultados de una recopilación de estudios que demostraron que incluso con esta técnica se benefician pacientes de bajo riesgo quirúrgico”, indicó el médico.
En la misma línea, el doctor Grinfeld agregó: “Con el tiempo, se espera que se realicen cada vez más procedimientos de este tipo, debido a la experiencia en los resultados a mediano y largo plazo, la llegada de válvulas menos costosas y con tecnología de avanzada que permiten procedimientos menos complejos con mejores resultados técnicos, junto a equipamientos cada vez más precisos y la capacitación de más profesionales en su utilización”.