El domingo 19, a las 21.30, la noticia conmovió a todos. A los 78 años, a causa de un paro cardíaco, falleció el artista plástico y arquitecto, Nicolás García Uriburu, mientras esperaba que lo pasaran a buscar unos amigos por su departamento de Barrio Parque —donde vivía solo—. Fue minutos después de hablar ese mismo Día del Padre con su única hija Azul, con quien había superado sus diferencias en las últimas semanas tras haberse enfrentado judicialmente. "Lo vamos a recordar como un padre y abuelo súper presente. Me quedo con la felicidad de haber compartido tiempo con él como hija. Fue un hombre alegre, divertido y amoroso; una persona divina, de otro mundo. El año pasado estuvo un mes y medio viviendo en casa y para nosotros fue un regalo de Dios, una alegría enorme haberlo visto tan feliz con sus nietos", expresó conmovida la hija del pintor, tras el velatorio de su padre en la Casa de la Cultura. También se acercaron hasta el establecimiento de Av. de Mayo al 500, a darle el último adiós a Nicolás, su ex esposa y madre de Azul, Blanca Isabel Alvarez de Toledo, sus amados nietos Azul, Milagros, Esperanza y Marcial, su yerno Marcos Pereda Born, sus siete hermanos, entre ellos, la famosa galerista Sara García Uriburu, Bartolomé Mitre y Nequi Galotti, Dolores y Esmeralda Mitre y Dario Loperfido, quien estaba en Amsterdam y regresó de inmediato al país. Antes lo habían velado en la intimidad de la casa de Blanca Isabel, con quien el artista mantenía una excelente relación.
El sacerdote que acompañó a la familia durante los momentos más difíciles, Carlos Barreiro, estuvo a cargo del responso en el Cementerio de la Chacarita, donde cremaron sus restos. Fue minutos después de que su sobrina, la cantante de ópera Sara Fleming, entonara el Ave María a capella. Consternado, a su vez, se mostró Jorge Fernández, quien fue la última pareja de Uriburu, luego de la relación que el artista tuvo con su colega Joaquín Molina. "Recordaré a Nicolás como alguien que me formó intrínsecamente con su arte y me transmitió un mundo estético único desde que nací. Me dedico al arte, en gran parte, por todo lo que él me dio, criándome cerca de su ser y de sus maravillosos cuadros, repletos de color y talento. Sólo tengo palabras de agradecimientos para con él", se emocionó Esmeralda, hija de Isabel y Bartolomé Mitre, quien lo consideraba como un segundo padre.
Por su talento y su compromiso con el cuidado del medio ambiente, será recordado como uno de los grandes artistas de nuestro país.
Por Naiara Vecchio.
Fotos: Ernesto Pagés.