En el mismo día en que su hijita cumplió su primer año y con la emoción a flor de piel, María Fernanda Callejón concretó el sueño de bautizar a su amada Giovanna, tras una larga lucha por ser madre. El domingo 14, sobre las 17:30 horas, la actriz ingresó a la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Palermo y junto a su esposo, Ricky Diotto, y su círculo más intimo compartieron una ceremonia muy esperada.
“Quise bautizarla acá porque fue una de las tantas vírgenes a las que le pedí por mi hija. Es más, yo me inseminé el 12 de diciembre, el día de la Vírgen de Guadalupe. Ese día pasé por la iglesia cuando la capilla estaba encendida y cumplí con el ritual que se hace con unos pimpollos. Yo me inseminaba a las dos de tarde así que le dije a mi esposo que fuéramos. Llevé el pimpollo y me dieron otro a cambio. Y el que te dan siempre contiene un mensajito: el mío decía “los abuelos te cuidan”. Fue una gran señal porque más allá de la vírgen, de la que me hice devota porque soy muy creyente, cuando leí el mensaje pensé en mi mamá, que es un ángel desde que se fue, hace ya siete años. Y también en el abuelo de Ricky, que es como su ángel protector. Fue un mensaje muy fuerte”, le contó Fernanda a CARAS, testigo de la celebración que tuvo como padrinos de bautismo a Carina Cerino Callejón, sobrina de Fernanda, hija menor de su hermana Sandra, y a Joaquín Tomás Diotto, tío de Giovanna.
“Fue la bendición de mi milagro. Todos los hijos de todas las mamás son una bendición, pero yo luché y me costó tanto. Y no lo puedo creer, lo juro, que mi hija esté cumpliendo un año. Esto es más que un sueño”, confesó la actriz que tras la ceremonia festejó con los suyos en el SUM de su departamento de Colegiales. Un festejo que incluyó un mesa principal decorada por la madrina, y su empresa “Dulce Callejón, ambientada en tonos blanco, crudo y rosa Dior y coronitas de perlas cultivadas, con sillas Tiffany y muñecas de trapo de Georgina Martínez. Vestida por Claudio Cosano, con un mono palazzo y jacket en color champagne, que acompañó con stilettos rosa palo y cartera Chanel, obsequios de una tía que vive en Europa, Callejón posó feliz con su esposo, vestido por Zara, y junto a su niña, ataviada en un vestido color manteca de Magdalena Expósito, según la costumbre familiar, al que sumó una coronita de perlas cultivas que su madrina le trajo de Nueva York y un rosario bendecido por el Papa Francisco.
Además de la mesa de bautismo, con una torta a la que se le sumarom deliciosos cupcakes, cookies y bombones, hubo un “rincón cumpleañero”, adornado con unas sillitas de madera, globos y postales de “Gio” con sus padres, en el que los invitados podían fotografiarse con la pequeña agasajada. Luego de disfutar de un menú con “finger food”, sushi y pata de cordero, todo acompañado por champagne Baron B, los asistentes pudieron llevarse como souvenir unos denarios realizados por una amiga de Fernanda.
Por Kary López.
Fotos: Ernesto Pagés y Gentileza Gabriela Ojeda.