Sabe que nadie le regaló nada, y siempre le agradecerá a su madre brasileña que a los diez años ya la mandó a estudiar teatro. Ese valor agregado de capacitación, con maestros de la talla de Raúl Serrano y Lito Cruz, le dio a “Luly” Drozdek un plafón que con el correr del tiempo redituó sus frutos. Porque después de sacarse las ganas vocacionales y comenzar en el teatro under, el primer casting importante al que asistió la depósito de golpe en las marquesinas de la calle Corrientes. “Un productor que ya me había convocado me insistió en que me presentara. Y así empecé en la obra “Passion”, con Darío Lopilato y Germán Kraus. En el primer verano fuimos a Mar del Plata y de ahí en más no paré”, dice la rubia que ahora está en la pantalla chica dentro de “La Peluquería de Don Mateo”, el revival de esa teleserie exitosa de fines de los ochenta. Un lugar al que accedió, también, por su performance en el casting: “Cuando llegué y vi mil diosas, muchas de ellas super conocidas, dije “lo hago y me voy a casa”. No me tenía nada de fe, pero por un lado sabía que buscaban a una actriz, y la mayoría de las postulantes eran modelos. Me propuse dar lo mejor de mí, y a los pocos días me llaman para decirme que había gustado. Y así quedé, trabajando con gente muy grosa que veo desde chica en la tele como Marley y Flor Peña”, analizó Drozdek.
En el ciclo que ahora dirige Gustavo Sofovich, “Luly” interpreta a un personaje que décadas atrás encarnaba Luisa Albinoni. Todo un motivo de orgullo que enseguida le agradó, ya que ella también se llama Luisa: “Busqué por YouTube para investigar cómo era el personaje, aunque la producción me dijo que querían una versión más renovada de ese papel de “Hola Mami”, más adolescente. Entonces me contacté con mis primitas y con chicas de veinte años para ver cómo gesticulan, que palabras usan... Soy super investigadora de mis personajes, por suerte en el canal están contentos y se logró una química de trabajo excelente. Hay cero divismo, cada uno tiene su lugar, todos se escuchan, y eso facilita mucho el trabajo”, puntualizó Drozdek.
En pareja desde hace casi un año con el PR Hernán Nisenbaum, juntos aprovecharon unos días libres para descansar y divertirse en Miami. Ella acomodó su agenda, antes de comenzar la gira teatral de “Algunas Mujeres a Las Que Le Cagué La Vida”, otro de los trabajos que nutren su agenda. Y Hernán, entre las virtudes que ella le destaca, se amoldó a sus tiempos: “Es un genio, siempre me acompaña y, como es amigo de todo el mundo, puedo integrarlo a las salidas con mis compañeros de trabajo. Todavía no convivimos, pero yo me la paso casi todo el día en su departamento”, admitió. Fanática de los chocolates, una debilidad que la puede, pero no tanto del gimnasio ni de salir a correr, la actriz de ascendencia polaca dice que si uno hace las cosas bien, tiene pasión y perseverancia, “lo que parecía imposible no es tan difícil como se pensaba, y las cosas se empiezan a dar de la nada”. Y entre sus sueños a futuro abriga la esperanza de participar en alguna novela televisiva, ilusionada con la popularidad que dispensa la pantalla chica: “Hice mucho teatro y me encanta, me sirvió para plantarme en el medio y darme prestigio. Pero en pocos meses en ‘La Peluquería...’ me hice mucho más conocida que en cinco años ininterrumpidos de teatro”.