Natalia Oreiro: "Con Ricardo siempre quisimos un solo hijo"

Hace 22 años, cuando recién había llegado a la Argentina, un director de casting le dijo que se volviera a su país, Uruguay, porque no servía para la actuación. Natalia Oreiro lo escuchó, alguna lágrima se le escapó, pero su vocación fue más fuerte. Fue la primera prueba profesional que le presentaba la vida y, desde entonces, la actriz y cantante supo que no hay suerte que pueda con el trabajo. Hoy, consolidada también en la moda como creadora de la marca Las Oreiro junto a su hermana Adriana —embarazada de su segunda hija, Bianca—, presentó "Grecia", la colección primavera-verano 2017 como parte del BAFWeek. "A la hora de las creaciones, nos juntamos con ‘Adri’, charlamos y tiramos ideas. En medio de la vorágine diaria, tratamos de entrelazar lo familiar con lo laboral. Le estamos dando importancia a una línea de tarde con camisas y jeans que puedan usar todas las mujeres. El objetivo de nuestra ropa es que se identifiquen diferentes generaciones. La elección del nombre de esta temporada tiene que ver con la arquitectura de Grecia. Me fascinó ese maravilloso país cuando fui a cantar en 2001. Y mi hermana y se enamoró de sus islas, callecitas, paisajes y frutos; de su estilo fresco y natural. En eso nos inspiramos para las nuevas prendas, con colores como el blanco, off white, azul marino, celeste, nude, rosa, verde militar, negro y el clásico rojo Oreiro", cuenta Natalia. Incluso en honor a la tradición griega, ambas finalizaron la presentación de la nueva colección rompiendo varios platos. La relación de las Oreiro con la moda empezó desde pequeñas. Su madre les hacía las prendas con bordados y pintaba detalladamente cada flor. "Mamá es nuestra gran inspiradora. Cuando ‘Adri’ tenía 16 y yo 12, nos anotó en Corte y Confección. Así empezamos a hacernos la ropa. Todavía guardo las primeras prendas que hice y usé en mis comienzos como modelo", asegura la actriz mamá de Atahualpa Merlín y esposa de Ricardo Mollo. Y así como de chica su familia fue fundamental para concretar sus sueños, hoy también lo son su marido y su hijo: "Ricardo es mi compañero de vida; hace 15 años que nos elegimos cada mañana. Estoy enamorada, es un hombre incondicional, un excelente padre, absolutamente generoso conmigo. Me aconseja en todo, principalmente en la música. Pero lo hace desde el afecto, no desde el ‘yo sé’. Y Atahualpa es mi otro motor. No buscamos más hijos. Siempre hablamos de tener uno solo. El nos completó. Es un niño alegre, dulce, que habla mucho desde muy pequeño. Le encanta andar en ‘bici’ y tocar la batería. Es una mezcla de los dos, física e interiormente", manifiesta la cantante. E inmediatamente grafica en anécdotas esa fuerte personalidad que heredó el pequeño de sus padres: "La otra vez sucedió algo divertido con su nombre, que ama. Apenas bajamos del taxi, el chofer le dijo: ‘¡Chau, Merlín!’. Y él respondió rápidamente:’ ¡Merlín me llamaba cuando era bebé. Ahora me llamo Atahualpa! Y no tenemos forma de hacerle entender con Ricardo que tiene dos nombres. O a veces nos ve trabajando y nos pregunta: ‘¿Los adultos no juegan, sólo trabajan?’. Y ahí le decimos que cuando uno hace lo que ama, el trabajo es un juego".

Por Naiara Vecchio.

Fotos: Gentileza "Las Oreiro" y Jorge Amado by George & Co.

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