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Cuando una interprete atraviesa la actuación, se atreve a la dirección y sigue redescubriendo que la música es su lugar de pertenencia, cuando a los 74 años se planta en el escenario para conmover a una audiencia de 19 mil personas y estremece con sus canciones, uno debe reconocer que está frente a un acontecimiento artístico mundial. Y es entonces cuando Barbra Streisand deja de ser una estrella para convertirse en una leyenda. Celebrando sus seis décadas en el universo del espectáculo – filmó 19 películas, dirigió 4 y grabó 71 trabajos discográficos- la diva inició una serie de diez conciertos “The Music…The Mem’ries…The Magic! para presentar su último CD :” ENCORE: Movie Partners Sing Broadway”. CARAS tuvo el privilegio de ser parte del show el día que volvió a su ciudad natal, Brooklyn; en el majestuoso “Barclays Center, uno de los pabellones deportivos más imponentes de EEUU. Tras unos videos acerca de su vida, backs de su carerra y una que otra perlita para sus fanáticos, la aparición de “la Gran Dama” fue más que suficiente para que el público la ovacionara de pié. Con un conjunto negro de pantalones y chaqueta, con algunos brillos, encajes y transparencias y sus uñas larguísimas, inició su dos horas y media de concierto con su emblemático “The Way We Were” – el tema de la película “Nuestros Años Felices” para luego continuar con “Everything”, “Woman in Love”, “Evergreen”, de “Nace una Estrella”, “Being Alive”, de “Compañy”, “Stoney End” y para el final, de su película “Yentil”: “Papa, Can You Hear Me?/A Piece of Sky. A esta altura, su interpretación fue una “masterpiece” de precisión y entrega. Su calidez y fortaleza trascendió los parámetros de lo imaginable. La emoción se transformó en lágrimas y Barbra encendió su máximo potencial para cerrar el telón del primer acto.
Al volver – con un vestido gris plomo con importante escote y capas de gasas de seda que sólo ella sabe lucir y que nos remite a su concierto en el Central Park en los 60- la estrella del musical ,y una de las mujeres que más reconocimientos recibió en su carrera como cantante – fue galardonada con los premios Oscar, Grammy, Emmy, Golden Globe y Peabody Award, entre otros- habló de sus comienzos, de su lucha por defender su propia dignidad, y contó secretos de su vida personal y de la industria discográfica. Mostró más fotos, videos y se declaró devota de Hillary Clinton. Se mostró comprometida por cambiar y luchar por el Planeta, el cambio climático, la postura de la mujer en la sociedad actual y su ferocidad contra el terrorismo y las guerras. Si, es cierto que ella habla, y mucho, pero lo hace con sinceridad y eso se nota. Es autentica, e ironiza con humor. Inclusive cuando se trata de hablar de su nariz o lo que le costó que la reconocieran tal cual es: un torbellino de emociones puras. Antes de despedirse con “Losing My Mind”, “Isn’t Better”,”Pure Imagination” entre otras, le llegó el momento de los duetos: “Loving You”, junto al cantante y actor Patrick Wilson y “Clim Every Mountain” con el ganador del Oscar por “Ray”, Jaime Foxx; ambos descollaron con sus voces y la impronta de cada canción. Otro de los grandes momentos del concierto fue cuando Streisand cantó “Who Can I Turn to (When Nobody Needs Me) junto al desaparecido cantante, actor y compositor británico Anthony Newley (1931-1999), proyectados sobre una gran pantalla en blanco y negro, y su tributo a sus películas más icónicas: “Funny Girl” y “Funny Lady”: “How Lucky can You Get”, “Don’t Rain on My Parede” y “People”. La despedida – y como sólo ella sabe hacerlo- fue con “Happy Days are Here Again”, un momento imborrable del que sólo se vive para reconocer que las leyendas aún existen, emocionan y dejan un sello imborrable en el corazón. Gracias Barbra, por tu música, la magia y ese estilo que te diferencia del resto de los mortales.
Por Héctor Maugeri.
(Desde Nueva York)
Agradecimientos: Fotos: "Streisand in the Camera Eye" de James Spada y BarbraStreisand.com.
