A catorce años de su boda con Guillermo de Orange y a tres de haberse coronado reina consorte de los Paises Bajos, Máxima Zorreguieta regresó a la Argentina, su país natal, en un viaje que la trajo como asesora especial del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en el área de inclusión financiera para el desarrollo.
Claro que el carácter oficial de su visita y pese a que su agenda sólo la retuvo dos días en Buenos Aires, Zorreguieta se hizo tiempo—durante el mismo día de su arribo— para compartir un tiempo con sus padres, Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti Carricart. Sin la compañía de su esposo, ni la de sus tres hijas, las princesas Catalina Amalia, Alejandra y Ariadna, Máxima llegó a suelo argentino el lunes 10 por la mañana y desde el aeropuerto de Ezeiza se dirigió al Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires, el elegante hotel de Recoleta donde recibió la visita de sus progenitores.
El Palacio Duhau es uno de los edificios más bellos que tiene la ciudad de Buenos Aires. Su inspiración parece justificar su porte: quien lo diseñó siguió como modelo el Château du Marais, un castillo francés ubicado en el municipio de Val-Saint-Germain, cerca de Saint-Cheron, en la antigua provincia de Hurepoix, a poca distancia de París. Antes de convertirse en el hospedaje preferido de las celebrities que visitan el país, el palacio fue terreno de una gran residencia de dos plantas que albergaba a la familia de Teodoro de Bary, un inmigrante que llegó a estas zonas en 1866 y que en poco tiempo se hizo socio del famoso banquero e industrial argentino Ernesto Tornquist. Allí mismo, pero en 1910, se pasó sus noches en el país la Infanta Isabel, cuando vino a la Argentina por los festejos del centenario de la Revolución de Mayo.
Sin compromisos oficiales durante el feriado nacional, poco después del mediodía la reina partió del resort rumbo a un campo ubicado a unos 50 kilómetros de la ciudad a fin de visitar a unos familiares, según trascendió. Súper custodiada por su equipo de seguridad, recién regresó a su suite en horas de la noche.
Delgadísima, producto de la alimentación sana que mantiene y de la dieta híper proteica que realizó en 2015, con la que bajó 10 kilos en tan sólo seis meses, Máxima volvió a impactar con su silueta renovada, además de su celebrado estilo. El martes 11, siempre elegante pero ávida de aportar toques de frescura a un vestuario que respeta el protocolo pero siempre sorprende, ya sea por colores estridentes o modernos diseños, Zorreguieta eligió para su primera actividad—un encuentro con la canciller Susana Malcorra y con la vicepresidenta Gabriela Michetti— un primaveral vestido animal print de manga corta y falda suelta color aguamarina, que acompañó con unos zapatos clásicos negros con punta en boca de pez. Llevó el cabello suelto, con ondas muy suaves, y lo combinó con un make-up muy natural. Algunas pulseras y las uñas rojo tomate completaron el look. El vestido de autor de la casa francesa costó US$2480, mientras que los zapatos de Christian Louboutin cotizan en las tiendas francesas cerca de US$3000. A pesar de que suele ceñirse al protocolo, Máxima siempre encuentra el margen para lucir elegante y moderna.
Esa mismo día, tal cual había informado la representación diplomática del Reino de los Países Bajos en Buenos Aires, la reina Máxima también mantuvo una reunión con el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat-Gay, y con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, en la sede del BID (Banco Interamericano de desarrollo), sobre la calle Esmeralda. La agenda de la reina Máxima incluyó la participación en “una mesa redonda con representantes de las administraciones públicas, sobre su papel en la nueva estrategia de inclusión financiera”, y con “representantes de empresas de telecomunicaciones y otras entidades privada”, informó también la embajada de los Países Bajos.
Sobre las 17:45, la monarca brindó una charla en la Universidad Católica Argentina (UCA), donde se recibió de economista en 1995, en Puerto Madero. Durante los cinco años que estudió en la Facultad de Economía de la Universidad Católica Argentina, Máxima no fue una mala alumna. Se esforzaba, tuvo notas sorprendentes en algunos exámenes y cursó más de la mitad de su carrera en paralelo a trabajos que le demandaban varias horas diarias, restándole tiempo para el estudio, pero que le eran necesarios para poder financiar su título.
La cita fue en el auditorio San Agustín de la UCA, con capacidad para 380 personas. Entre ellos se encontraban 70 invitados especiales entre embajadores, todos los decanos de la Universidad y alumnos de las facultades de Ciencias Económicas y Sociales, y podían acreditarse por orden de llegada. Muchos de ellos hicieron fila desde el mediodía hasta las 16:45, horario en que se abrieron las puertas. El operativo de seguridad fue moderado, pero solo pueden entrar los alumnos con credencial y los invitados con DNI. Por pedido expreso de protocolo de la Casa Real, no se pudo ingresar con bolsos ni mochilas de ningún tamaño.
Durante su discurso, Máxima dijo que “Argentina está en perfectas condiciones de revertir esta situación”, al evaluar que el crecimiento económico del país “sigue siendo lento”, que “hay un tercio de la población en la pobreza”, y que “el ahorro y el crédito está muy por debajo de los promedios regionales”. Zorreguieta estuvo acompañada por Prat Gay. “Argentina está en perfectas condiciones de revertir esta situación. Los países que cuentan con un plan coherente avanzan mucho más rápido que los países que no lo tienen”, dijo.
No es la primera vez que la reina de los Países Bajos llega al país de manera oficial con el objetivo de mejorar el acceso de los argentinos al financiamiento. En abril de 2008, estuvo en el país como miembro del Grupo de Asesores de las Naciones Unidas sobre Sectores Financieros Incluyentes y, en diciembre de 2005, visitó Jujuy y otras provincias, en su rol de miembro del Grupo de Asesores de las Naciones Unidas para el Año Internacional del Microcrédito.
El miércoles 12, finalmente, Máxima se reunió con el presidente Mauricio Macri en la residencia de Olivos. No se trata del primer encuentro entre Zorreguieta y el presidente argentino, ya que ambos habían coincidido en Suiza durante el Foro Económico de Davos, en enero de 2016, donde también estuvo presente la primera dama, Juliana Awada.
por Diego Esteves.
Fotos: Ernesto Pagés y Juan Obregón.