Como en muchas otras ocasiones, la reina consorte de España fue blanco de severas críticas. La prensa europea se encarga constantemente de encontrar los errores de Letizia y los críticos de moda no se quedan atrás. La esposa de Felipe tiene tantos adeptos como detractores y son estos últimos quienes no dan puntada sin hilo para evidenciar los detalles cuestionables en cada una de sus apariciones públicas.
Desde el mismo momento en el que ingresó a la corona, cuando se convirtió en esposa de Felipe, los críticos de moda hicieron hincapié en el peinado que utilizó Letizia en el casamiento, el cuestionable casquete que caía sobre un lado de su rostro y el vestido de novia, el calificaron como pálido, lánguido y no apropiado para semejante ceremonia.
También dijeron de ella que no tenía glamour, que era provocadora y hasta la llegaron a tildar como "la condesa del terror".
Otros cuestionamientos tenían que ver con su extremada delgadez y sus brazos esqueléticos y musculosos.
Lejos de dar por finalizadas las oprobiosas opiniones, muchas de ellas poco objetivas y vinculadas al poco cariño que le tienen a "Leti", la prensa se sumó con un ofensivo apodo: "La cerilla", vale decir el fósforo, que lo emparentan con su palidez y flacura.