Christian Ramón Zabala, de 41 años y especialidad explosivista, quien vivía en la calle Zapiola al 1800 de la localidad bonaerense de Castelar, fue hallado sin vida en el lugar. El subcomisario de la Policía Federal se desempeñaba como integrante de la custodia de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Todo se inició a partir de las 22:00 de este jueves con el llamado al 911 del cuñado del subcomisario y al lugar arribó personal de la comisaría Morón 7ma. de Castelar de la Policía Bonaerense.
Allí hablaron con el cuñado de la víctima, quien relató que al llegar a la casa de Zabala y sin poder comunicarse con él, ingresó por el pasillo hasta la puerta principal y ahí lo vio tendido en el interior de la vivienda, sin vida.
Los agentes de seguridad constataron que efectivamente la casa estaba “cerrada desde adentro”, mientras que el médico del SAME que acudió a la escena halló debajo del cuerpo del custodio “su arma reglamentaria 9 milímetros y una vaina servida”.
Por lo tanto, el equipo de investigación sostiene como hipótesis principal que la víctima se disparó. A su vez, de acuerdo a lo relatado por los familiares de Zabala, el tenía “antecedentes psiquiátricos", estaba en tratamiento y había puesto de manifiesto su intención de suicidarse, en reiteradas ocasiones”.
No obstante, el personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 3 de Morón, que está a cargo de Mario Ferrario, trabajaba en el lugar en conjunto con miembros de la Policía Científica para tratar de dilucidar el hecho.
Allegados a la funcionaria confirman que ella se encuentra adolorida por la situación, pero prefiere guardar silencio por respeto a la familia.
