Es bien conocido que las Kardashian no se privan de lujos ni excentricidades. Cansada del acoso de la prensa, Khloé decidió comprarle a Justin Bieber su lujosa mansión, hace poco más de 6 años.
Estaba segura que en ese lugar iba a encontrar la privacidad que tanto anhelaba, y por eso no dudó en desembolsar la friolera suma de 7,2 millones de dólares para lograr su cometido. Una vez que se instaló en el lugar, decidió mejorarla aún más y también ampliarla, aggiornándola a su propio estilo.
Pero los paparazzi, ávidos en el desafío de obtener imágenes, lograron lo imposible y consiguieron inmortalizar a Khloé en diferentes lugares de la casa.
Finalmente y resignada, decidió ella misma mostrar el hogar que tiene 6 habitaciones, 7 baños, piscina, una enorme sala de juegos, cine, una gran cocina en donde desarrolla su pasión para la gastronomía, gimnasio, balcón privado y hasta un espacio para la meditación.
Ahora, tal vez como un capricho más, propio del clan, la Kardashian decidió ponerla a la venta con la intención de mudarse a una vivienda mejor. Por la suntuosa casa, Khloé pide nada menos que 19 millones de dólares.
¿La venderá?