La cita fue en Venecia y los festejos se prolongaron por tres días. Hubo jets privados, súper yates, góndolas, vajilla pintada en oro, trajes de prestigiosos diseñadores y mil botellas de exclusivo champagne francés. La fastuosa boda del tercero de los cinco hijos de Bernard Arnault (72) –el hombre más rico de Francia y el tercero del mundo después de Jeff Bezos y Elon Musk, con una fortuna estimada en 175,2 millones de dólares– y de su segunda esposa, Héléne Mercier, convocó a los empresarios, star y personalidades más importantes del jet set europeo.
Entre la lista de invitados de los novios, Alexander Arnault (29) –vicepresidente de Tiffany, heredero del grupo de lujo LVMH– y la influencer y diseñadora de accesorios Geraldine Guyot (29), se destacaron la cantante Beyoncé, la diseñadora María Grazia Chiuri (de Dior), Jaki Elkann (presidente de Fiat), el rapero Pharell Williams, el tenista Roger Federer y la top argentina Valeria Mazza con su esposo Alejandro Gravier. Aunque la pareja ya se había casado hace tres meses postergó la celebración religiosa hasta ahora.
La Iglesia de Santa María Assunta fue el lugar elegido para la emotiva ceremonia. La novia lució un exclusivo diseño blanco con corsage bordado con pequeñas joyas y falda tulipán (inspirado en el traje de Grace Kelly para su boda con Rainiero, en 1956), con velo con plumas, una hebilla y aros con brillantes. Todo el romanticismo y el glamoroso lujo de Venecia le imprimió a la boda un particular sello según lo mostró guacamouly.com. Las diferentes fiestas arrancaron con una comida en la Peschería di Rialto, un edificio neogótico que supo ser mercado, en el que la temática fue “la Dolce Vita” y luego la agenda continuó sin pausa. La pareja, que se conoció hace más de dos décadas, se había comprometido en diciembre en Paris donde ocho meses después tuvieron su unión civil.