Eduardo Costantini presentó a su nueva novia, la modelo Elina Fernández Fantacci

Siempre a su figura suele emparentársela con el éxito, ya que en su trayectoria como desarrollador inmobiliario los números le sonrieron. Una especie de businessman intuitivo que pocas veces tomó decisiones erróneas, y que consagraron a Eduardo Costantini (72) como uno de los empresarios más influyentes de la Argentina. Esa “buena fortuna” para los negocios lo acompañó también en el amor, ya que además de las dos mujeres que le dieron sus siete hijos —María Teresa Correa Avila y Gloria Fiorito— se lo ve generalmente muy bien acompañado. Las conquistas y las rupturas caracterizaron los últimos años de su gestión amorosa, en la que después de la brasileña Clarice Tavares estuvieron a su lado dos mujeres de perfiles similares: Lucía Radeljak y Stefanía Daneri. Y ahora, cuando los buenos momentos con Daneri ya formaban parte de los recuerdos, al titular de Consultatio se lo volvió a ver en su salsa. En otras palabras, se lo volvió a descubrir enamorado de una joven mujer, bella, de imponente metro ochenta y elegida por diseñadores de prestigio como su musa inspiradora.

Ya desde las últimas vacaciones en Punta del Este, Costantini delataba que estaba en búsqueda de una nueva compañera de vida. Fue un verano de escasa exposición social y en el que no le brillaba la sonrisa de un corazón contento. Una soledad que de ninguna manera era para confiarse, y que ahora se demuestra su carácter coyuntural. Porque en las recientes semanas comenzó a reflejarse en las redes sociales una relación que hoy es absolutamente verídica: Eduardo, el visionario empresario de siete décadas, está en pareja con la modelo mendocina Elina Fernández, de 28 años. “Todavía todo es muy incipiente”, deslizaron amigas de la modelo, quienes no ocultan la sensación de “excelente persona” que Elina les transmitió sobre él. Durante el fin de semana, ella también subió a las redes una imagen dentro del departamento del empresario, sobre la avenida Figueroa Alcorta, en la que se observa a la famosa escultura de Robert Indiana con la palabra “Love”, que decora el piso del empresario. Y para que no queden dudas de lo que están viviendo, ella le adjuntó a su Story de Instagram la frase “por siempre tu y yo”.

ELINA FERNANDEZ.
Para quienes conocen sus gustos y debilidades, Elina es la clase de mujer que a Eduardo le gusta lucir a su lado. Nacida en la localidad mendocina de Las Catitas, su altura fue determinante en la adolescencia para un futuro arriba de las pasarelas. Trabajó en Tokio, París y otras capitales de la moda, y en Buenos Aires fue rápidamente elegida por Gabriel Lage como su musa. De hecho, el año pasado desfiló su colección en la Embajada de Francia, y también paseó sus esculturales piernas por el ciclo de CARAS Moda. En el más reciente de estos desfiles, realizado el 23 de abril en el Palacio Alsina, Elina fue seleccionada por Adrián Brown para mostrar sus diseños. Simpática, natural y de habitual buen talante, sus inquietudes no se remiten sólo al mundo de la moda, ya que estudió Comunicación Social y tuvo incursiones en el cine y el teatro, además de anhelar tener su marca de ropa en un futuro cercano. Un combo de contenidos que son del agrado del dueño del Malba, quien no tardará mucho tiempo en presentarla socialmente. Y si el que pasó fue el fin de semana de los Fernández, Elina no quiso de ninguna manera quedarse atrás. Y muy sutilmente inscribió su nombre y apellido en una lista selectiva que remotamente se imaginaba integrar.