Aprovechando que la temperatura del mes de abril, en Madrid, llega a superar los 17 grados, la reina Letizia (48) retomó sus rutinas gym dirigidas específicamente a sus tríceps, bíceps y hombros. Según co- mentan sus íntimos, la monarca es- pañola tiene una obsesión con lo que popularmente las mujeres denominan “alas de murciélago” y por eso trabaja todo su físico pero le da especial atención a esa zona del cuerpo.
Cumpliendo con una abultada agenda de compromisos oficiales, Letizia acompañó al rey Felipe V (53) a la presentación del “Informe de Grupo de Trabajo sobre el papel de las mujeres”, que se realizó en el Ministerio de la Industria con un look que rescató de su guardarropas y que ya marcó tendencia. Un vestido de jean que conserva de la colección Hugo Boss 2018. El modelo “Caddli”, que completó con zapatos Lodi (de 106 euros) en nude y en composé con el cinturón, aros de piedras de colores de Tous (de 995 euros) y su reglamentario tapabocas. Al día siguiente, la Reina debía cumplir con dos compromisos más serios dentro de su agenda. Por esa razón, para su encuentro con el embajador del Reino Unido, Hugh Elliot, para presentarle las condolencias por el fallecimiento del Duque de Edimburgo, estrenó una falda plisada de Adolfo Domìnguez.
Para su look “Black & White” eligió un top negro que mostraba sus torneados brazos y completó con cinturón de Burberry (que tiene desde 2013), stilettos Manolo Blahnik en negro con sobre en el mismo tono con detalle dorado, modelo “Arc” de Nina Ricci (de 1000 euros), según la mostró el sitio Guacamouly.com. Y el gran toque se lo dio con sus aros de diamantes en forma de lágrimas.