viernes 13 de diciembre del 2024
ACTUALIDAD 30-01-2021 17:50

Morena Rial: Una vida intensa en sólo 22 años

La hija de Jorge Rial, transitó por los dolores y sinsabores más profundos. Hoy, resurgida de sus cenizas, comienza una nueva etapa con el inicio de su carrera actoral.

More Rial contó qué le diría a su mamá biológica
More Rial contó qué le diría a su mamá biológica | instagram

Corría el año 1999 cuando Jorge Rial y su entonces esposa Silvia D´Auro, adoptaban a una niña recién nacida. Tenía nombre, pero sus nuevos padres decidieron cambiarlo y ponerle Morena Rial.

Su infancia, según sus propios dichos, fue difícil. Una obesidad que aparejaba el bullying y los malos tratos de su madre, la llenaron de inseguridades y conflictos.  Al año siguiente, el matrimonio adoptaba a su segunda hija, Rocío.

Tras la separación de sus padres, More eligió irse a vivir con el conductor de Intrusos, intentando encontrar paz y contención. Sin embargo, con el correr del tiempo, la relación entre ellos se fue dañando.

Cuando su padre se puso en pareja con Loly Antoniale, More volvió a creer en el amor de madre y, a pesar de haberse separado de Jorge, el vínculo entre ellas se mantuvo.

Por su parte, Silvia D´Auro, alejada de las redes y de sus hijas, manifestaba: “Practico el Ho´oponopono, una teoría basada en el ´te quiero, te perdono, te amo y me perdono´.” En ese entonces, también agregaba: “A veces la decisión es del otro, pero hay que soltar. Cuando uno suelta, las cosas vuelven y si no vuelven es porque nunca fueron”, justificaba así el alejamiento de sus hijas.

Por ese entonces, D´Auro, quien enfrenta un juicio que le inició Rial, también daba a entender en una entrevista, que con su ex había sufrido maltrato físico y psíquico y cuando le preguntaron si había sido golpeada, sólo asintió con la cabeza.

Al poco tiempo, Rial comenzaba una nueva relación de pareja, esta vez con la periodista Agustina Kämpfer. La relación entre Agustina y Morena fue tensa por demás y los enfrentamientos entre ambas se tornaron insostenibles.  En ese momento, Rial decidió que su hija se vaya de la casa, al no soportar la mala relación entre ellas y al escuchar decir por parte de Morena que Kämpfer era una mala persona.

Así fue como More a partir de entonces, se fue a vivir sola y, a pesar de que su padre, cuando ya limaron asperezas, le pidió que regrese al hogar familiar, ella decidió no regresar.

Comenzaba así una nueva vida y uno de sus primeros propósitos era verse bien frente al espejo y preservar su salud. Fue así como se sometió a un bypass gástrico que la llevó a bajar más de 40 kilos, dado que había llegado a pesar cerca de 150.

Tras esa intervención, se sometió a otras más para eliminar el exceso de piel. Verse bella frente al espejo la incentivó a ir por más. Para ese entonces y habiendo logrado recuperar parte de su autoestima, More escribía: “Cuando me agarran los bajones, pienso en lo que pude lograr y me siento orgullosa de mi”.

More Rial y Loly Antoniale

More ya era una activa influencer con más de 1 millón de seguidores y encontraba en ese espacio un negocio para promocionar marcas y productos que generaron un ingreso para su hogar.

Su vida sentimental fue turbulenta y la personalidad de la joven hizo que siempre se entregue, habiendo recibido muchas veces la frustración y el engaño.

En 2015 tuvo un romance con Nicolás Sattler, integrante del grupo Chipote, pero la relación no funcionó. En 2017, de novia con Martín Casar, debutaba como cantante en el Circo Rodas y fue su novio y su padre quienes la acompañaron en ese gran momento. More y Martín, seguros de su amor, se tatuaron sus nombres, pero la relación llegó a su fin y los tatuajes fueron tapados.

Lo mismo ocurrió con Facundo Ambrosioni, el futbolista cordobés, con quien tuvo a su hijo Francesco Benicio. Pero tras varios engaños por parte del cordobés, se separaron.

En ese ínterin, la relación entre Morena y el Intruso pasó por los momentos más difíciles, con duras acusaciones de ella hacia su padre y hasta la publicación de audios de éste en el que hablaba en insultantes términos del padre de su hijo, su familia y los cordobeses en general.

More Rial en el festejo de sus 21

More tocó fondo. No quiso vivir más. Sintió la desesperación más profunda y la soledad. Morena llegó al límite. Se quiso suicidar. “No fue un llamado de atención. Lo hice de verdad. Empezó a decirme que estaba loca y que tenían que internarme. Me pidió que le devuelva la plata del by pass gástrico, entonces me corté donde tenía tatuado su nombre”, hablaba sin rodeos refiriéndose a su padre, quien finalmente la internó contra su voluntad en un neuropsiquiátrico.

En el momento del intento de suicidio, al sentir que desangraba, llamó a Luis Ventura, su confidente y padrino quien, a pesar de estar al aire en un programa, dejó todo para llegar al lugar y a auxiliarla.

Nuevamente Morena criticaba sin filtro a su padre: “Tardó una hora y media en llegar cuando vive a sólo 30 cuadras.  Si te dicen que tu hija se cortó las venas no tardas más de 10 minutos”, afirmaba, dolida.

Morena Rial explotó las redes con un desnudo frente al espejo

Orgullosa de su constante lucha interna escribía: “Puedo observarme frente al espejo sin agachar la mirada. Poso en una foto grupal sin tener que esconderme”, refiriéndose a la nueva figura que le devolvía el espejo tras los tratamientos.

Mientras tanto, su padre comenzaba una nueva relación amorosa, esta vez con Romina Pereiro, que tenía dos hijas pequeñas. Nuevamente el intruso apostaba al amor y esta vez contrajo matrimonio con la nutricionista.

Al principio, parecía que la familia ensamblada consolidaba el afecto pero, una vez más, el conflicto llamaba a la puerta y More se refirió en duros términos hacia Romina. “Es obvio que está con él por la plata. Tiene 2 hijas y las tiene que mantener”, para asegurar también que era “una mala persona”.

A fines del año pasado, Morena nuevamente se enfrentó con su padre y la mujer de él. A pesar de ser un abuelo súper presente de su nieto Francesco, no fue suficiente y otra vez las acusaciones salieron a la luz.

El intruso se mantuvo en un tenso silencio hasta que indirectamente se refirió a su hija: “Por cada hijo de famoso que se manda una cagada hay 9 pibes que laburan, se rompen el culo, toman el tren, van a estudiar, se levantan temprano. No tienen privilegios, no van a un VIP, se quedan en la casa”.

Fue en ese tiempo cuando, casi por casualidad, y convocada para un proyecto solidario contra el bullying, conoció a Jackie Patoka. La empresaria que vive en Miami, adoptó desde el corazón a Morena a pesar de tener su propia familia y el cariño que se profesan es mutuo. Volvió a encontrar la paz y la contención que tanto necesitaba. Otra vez tuvo la oportunidad de decir “mamá”.

“Fui yo queriéndome sentir mejor, peleando conmigo misma, luchando para aceptarme. Porque un día me grité y me insulté tanto, que pensé que era el fondo de mi pozo. Ahí contemplé que se había ido la luz y me pregunté si quería vivir así”, afirmaba More.

Morena tiene grabada en su mente una frase que dijo y que lleva a la práctica cada uno de sus días: “Si algo tengo que decirle a esa More de hace unos años, es pedirle perdón y prometerle que seremos más fuertes y felices”.

Así fueron transcurriendo los tiempos de esta niña/mujer. Con un hijo que es la razón de su vida y a quien le brinda su amor constante. Con un debut como actriz que la llena de felicidad.

Morena empieza una nueva vida. Con una imagen renovada y muchos proyectos y sueños por delante.

More busca incansablemente la felicidad y está camino a encontrarla.

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