ViKo: resonancias del paisaje

Virginia Gutierrez, más conocida como ViKo, es una artista visual nacida en Córdoba que ha encontrado en la serenidad de Villa General Belgrano el escenario perfecto para transformar sus experiencias en arte. Entre el paisaje montañoso y la quietud que lo envuelve, ViKo convierte cada pincelada en una forma de resiliencia, explorando el movimiento y el color con una profundidad que sólo la vida misma puede ofrecer.

Desde temprana edad, la creatividad de ViKo se perfilaba como una constante. A los 6 años, ingresó al Colegio de Bellas Artes de Río Cuarto, donde comenzó su relación con la pintura y la escultura, encontrando en ellas un refugio frente a los cambios y adversidades que atravesaron su vida. La adolescencia la encontró creando con voracidad, mientras su entorno cambiaba vertiginosamente: nuevas escuelas, conservatorios de música, y una serie de tragedias personales que la llevaron a mudarse con su familia paterna. Fue entonces cuando la pintura, más que un pasatiempo, se convirtió en un lenguaje de supervivencia.

Así en su adolescencia ella producía, pintando y dejando que sus obras habitaran el espacio público y privado de su comunidad. En los años duros de la crisis de 2001, el arte fue su herramienta de trueque: intercambiaba sus creaciones por textiles, almohadones, y otras piezas de artesanía, adaptándose a las necesidades del momento. Pintaba sobre madera, confeccionaba carteles, y comenzó a explorar las posibilidades del arte aplicado. Así, se fue labrando una carrera, al mismo tiempo que criaba a sus hijos, demostrando que el arte y la maternidad pueden coexistir, enriquecerse mutuamente.

Madre de cinco hijos, encontró en el arte no sólo una vocación, sino una manera de sostener a su familia. Enfrentó la enfermedad de uno de sus hijos, quien fue diagnosticado con leucemia, y fue a través de sus obras que logró sobrellevar los desafíos emocionales y económicos que esa situación trajo consigo. Cada pincelada contenía una mezcla de esperanza, fuerza y amor, elementos que aún se reflejan en su producción actual.

El estilo de ViKo ha evolucionado a lo largo de los años, pero mantiene un equilibrio entre lo efusivo y lo sereno. Sus obras abstractas capturan el movimiento rápido y espontáneo del momento, mientras que sus paisajes invitan a una observación más detenida, a la contemplación de lo que parece simple, pero encierra una complejidad sublime. Estos contrastes se complementan, creando un diálogo constante entre lo inmediato y lo eterno.

La artista trabaja desde lo primigenio, como quien moldea el origen mismo de la obra. Desde el seno de su creación, prepara el bastidor dotando a cada superficie de una vida que comienza en la imprimación. Es en este rito silencioso y artesanal donde la materia se vuelve espíritu, donde lo efímero encuentra su lugar en lo eterno.

Cuatro

120 x 80 cm

2023

En su obra “Cuatro” se despliega una sinfonía de colores y texturas que parecen danzar entre sí. En esta obra, ViKo nos invita a un viaje abstracto, donde cada trazo se convierte en un rastro de emoción. El acrílico se extiende sobre el lienzo con vigor, desatando pinceladas que chocan, se entrelazan, y conviven en una armonía tan dinámica como contemplativa.

Los tonos tierra y los dorados evocan la calidez de los paisajes serranos que tanto inspiran a la artista, mientras que el turquesa aporta una frescura que rompe con la intensidad de los marrones. Estos colores se aplican con una energía controlada, cada uno ocupando su espacio pero al mismo tiempo fusionándose en capas que revelan una profundidad emocional.

Las texturas que se destacan —casi palpables— crean una superficie irregular que invita al espectador a acercarse, a querer tocar y sentir el relieve de cada brochazo. Las áreas doradas brillan con una luz propia, casi como si capturaran los últimos rayos del sol que entra por la ventana cercana, resaltando el diálogo entre la obra y su entorno.

Este trabajo, en su composición aparentemente caótica pero cuidadosamente equilibrada, es una metáfora de la vida misma: con sus momentos de explosión y sus pausas reflexivas. ViKo, fiel a su estilo, nos lleva de la mano por un paisaje abstracto que refleja tanto lo efusivo como lo contemplativo, ofreciendo una ventana hacia su propia alma creativa.

Para ella, el arte es una forma de generar esperanza, un faro de energía positiva en medio de la adversidad. Sus obras buscan inspirar movimiento, progreso, y entusiasmo en quienes las contemplan. A través de sus colores y formas, invita a un reencuentro con la naturaleza, a recordar que, pese a todo, siempre hay belleza que ofrecer y recibir.

Así, cada cuadro, cada pincelada, es un testimonio del poder transformador del arte y la vida, de cómo las dificultades, lejos de ser obstáculos, se convierten en la fuerza que impulsa la creación.

Es posible conocer más acerca de la artista visitando el espacio físico o virtual de la Galería Palermo H, ubicada en el barrio Microcentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De esta manera, vas a poder disfrutar y apreciar a detalle sus obras. También puedes visitar su instagram @vikopinta .

Laura Elliff

Galería Palermo H.

Entrada libre y gratuita.

Horarios de atención: Lunes a Viernes de 11 a 18 hs. Sábados de 10 a 13 hs.

Dirección: Tucumán 712, casi esquina Maipú (C.A.B.A)

Contacto: 011 4583-1369 / wpp: +54 9 11 3561-6375 / [email protected]

Página web: www.galeriadeartepalermoh.com

Nota: La fotografía de portada de este artículo es con los créditos de Sergio Lietz.