Desde hace un tiempo trabajo con un enfoque integrador del bienestar bio-psico-social, donde no solo cobra relevancia el bienestar interior —el mundo psicológico y emocional—, sino también el acompañamiento del bienestar exterior: la aceptación de la belleza subjetiva.
¡Por qué no! …la belleza consciente.
A raíz de los cambios sociales y las demandas estéticas que rinden culto a la belleza, la psicología, en una de sus facetas, busca acompañar a las personas no solo en el encuentro con una imagen ideal, sino también con su imagen real, aceptándola con sus luces y sombras. No se trata de ajustarse a los estándares estéticos superfluos que impone la sociedad, sino de construir una percepción equilibrada de uno mismo.
Esto implica integrar hábitos de cuidado que favorezcan el bienestar físico y emocional, así como gestionar la autoimagen de manera saludable. En este proceso se fortalecen la seguridad, la confianza personal y la autoestima, logrando una conexión más coherente entre cuerpo y mente.
El trabajo de fortalecimiento psicológico que realizo se apoya en dos pilares fundamentales:
1. El autocuidado y la conexión con el cuerpo
A través de ejercicios psicoeducativos, hábitos saludables y rutinas de autocuidado, se busca una conexión consciente con el propio cuerpo. No como un objeto de culto, sino como un espacio que habitamos, donde se sostiene el equilibrio y el bienestar integral.
Este proceso permite reconectar con las sensaciones físicas, reconocer necesidades y deseos, y responder con aceptación y amabilidad hacia uno mismo. Así, el amor propio se cultiva desde el autocuidado, fortaleciendo una relación más funcional y respetuosa entre lo que sentimos, pensamos y proyectamos.
2. El reseteo cognitivo
Este segundo pilar implica reestructurar los sesgos mentales que distorsionan nuestra imagen corporal o apariencia. Se trata de transformar pensamientos negativos o descalificadores en afirmaciones más constructivas y realistas.
A través de este trabajo analítico, la autoestima, la confianza y la percepción del propio cuerpo se fortalecen, favoreciendo una visión más consciente y saludable de quienes somos, con nuestras luces y sombras que nos hacen únicos y singulares.
De esta manera, trabajar en el acompañamiento de la aceptación de la imagen corporal y el amor propio de la mano del autocuidado es el punto de partida en el camino al bienestar integral. Cada gesto de respeto y contemplación hacia tu cuerpo es un acto de amor en su máximo esplendor.
María Gisela Constantino-
Lic. En Psicología M-P- 7899
Tel: 3584207349
@giselaconstantino
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