¿Cómo afecta la alimentación a nuestra Salud Mental? Por Dra. Mariela D’Agostino, Médica Especialista en Psiquiatría

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que residen en nuestro intestino. Se compone de miles de millones de bacterias, virus y hongos que juegan un papel crucial en la digestión, el metabolismo y el sistema inmunológico. Pero su influencia no se detiene allí; la microbiota intestinal también tiene un impacto significativo en la salud mental a través del denominado eje intestino-cerebro.

El eje intestino-cerebro es una compleja red de comunicación bidireccional entre el sistema nervioso central y el sistema nervioso entérico (por eso se lo llama “el segundo cerebro" al intestino). Este eje permite que el intestino y el cerebro intercambien señales continuamente. Las bacterias intestinales producen neurotransmisores y otros compuestos que pueden influir en el estado de ánimo, el comportamiento y la función cognitiva. Por ejemplo, ciertas bacterias producen serotonina, un neurotransmisor fundamental para la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.

La dieta desempeña un papel crucial en la composición y función de la microbiota intestinal. Una alimentación rica en fibra, frutas, verduras, granos enteros, grasas saludables y alimentos fermentados puede promover una microbiota saludable y diversa. Estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales y compuestos bioactivos que nutren a las bacterias beneficiosas y fomentan su crecimiento. En contraste, una dieta alta en grasas saturadas, harina de trigo, azúcares y alimentos ultraprocesados puede alterar el equilibrio de la microbiota y contribuir a la disbiosis, un desequilibrio que se asocia con múltiples problemas de salud mental y física.

Mecanismos de interacción

1. Producción de neurotransmisores: Como he mencionado anteriormente, la microbiota produce neurotransmisores como la serotonina, que influye directamente en el estado de ánimo y las emociones.
2. Regulación del sistema inmunológico: La microbiota interactúa con el sistema inmunológico y puede modular la inflamación. La inflamación crónica se ha relacionado con trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, entre otros.
3. Metabolismo de nutrientes: Las bacterias intestinales ayudan en la digestión y absorción de nutrientes esenciales, que son fundamentales para la función cerebral óptima.

Consejos prácticos para una salud integral

1. Incluir alimentos ricos en fibra: Consumir más frutas, verduras, legumbres y granos enteros para promover una microbiota diversa y saludable.
2. Optar por alimentos fermentados: Yogur, kéfir, chucrut y kimchi son excelentes opciones que contienen probióticos naturales.
3. Reducir el consumo de alimentos procesados: Minimizar la ingesta de azúcares y grasas saturadas, ya que pueden alterar el equilibrio de la microbiota.
4. Mantener una dieta equilibrada: Asegurarse de obtener una variedad de nutrientes que apoyen tanto la salud intestinal como cerebral.
5. Gestionar el estrés: El estrés crónico puede afectar negativamente la microbiota, por lo que es importante practicar técnicas de relajación como la meditación, mindfulness y el ejercicio regular.

La conexión entre la alimentación saludable, la microbiota intestinal y la salud mental destaca la importancia de una nutrición adecuada no solo para el bienestar físico, sino también para el mental. Implementar estos cambios puede ser un paso significativo hacia una vida más saludable y equilibrada.

Dra. Mariela D’Agostino

Médica Especialista en Psiquiatría, Medicina Legal y Profesora universitaria.

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