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Las condiciones climáticas ciclicas y cambiantes afectan directamente a nuestra piel. En invierno, la falta de humedad y el frío pueden provocar sequedad, descamación e irritación. En verano, la exposición al sol y al calor puede causar deshidratación y daño solar. Por lo tanto, es fundamental adaptar nuestra rutina de cuidado para proteger y mantener la salud de nuestra piel en cada temporada.
Es fundamental mantener la piel hidratada mediante la ingesta adecuada de agua y una dieta rica en frutas que aporten vitaminas y antioxidantes. Además, recomendamos el uso de productos tópicos que contengan aceites y mantecas vegetales, así como aceites esenciales específicos, para mantener la barrera natural de la piel y prevenir la sequedad y la irritación.
El cuero cabelludo también puede sufrir sequedad y picazón durante el invierno. Se recomienda utilizar shampoos y acondicionadores hidratantes, así como tratamientos específicos que ayuden a mantener la hidratación y la salud del cuero cabelludo.
Dentro de nuestra amplia línea, ofrecemos productos que se adaptan a las diferentes necesidades según los tipos de piel y de cabello, tales como aceites vegetales, cremas hidratantes, productos capilares, entre otros. Es importante adecuar nuestros cuidados para la piel y el cabello durante todo el año, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y las necesidades cambiantes de nuestro cuerpo.
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