El Doctor Lisandro Tomás Correa nació en General Villegas, vino a Buenos Aires a estudiar medicina en la Universidad del Salvador, donde egresó con diploma de honor. Se especializó en cirugía general haciendo 4 años de residencia en el hospital Carrillo de Ciudadela.
Luego se subespecializó en cirugía plástica y reparadora, haciendo 3 años de Residencia en el hospital de clínicas José de San Martín. Paralelamente hizo el posgrado en la Universidad de Buenos Aires, obteniendo el título universitario de la especialidad.
“Tengo mucha experiencia en cirugía cosmética, y me gusta mucho la cirugía reparadora donde se presentan los mayores desafíos de la especialidad”. Hoy me desempeño como profesor universitario y coordino la especialidad en algunas propagas.
En mi consultorio particular veo más pacientes de la parte cosmética, pero me atrapan los desafíos reconstructivos. He constituido un equipo humano y profesional muy importante que nos permite tratar casos tanto de adultos como de niños. Estoy muy agradecido de poder trabajar con ellos, me dan confianza y seguridad. Los cirujanos plásticos convivimos con los paradigmas de belleza.
En lo personal lo veo como un concepto dinámico, que se somete a actualizaciones periódicas. Dese la antigua Grecia hasta hoy la búsqueda de la belleza nos ha llevado por diferentes caminos. Lo bello nos hace sentir bien.
Nos moviliza de manera positiva, y no siempre es perceptible visualmente. Es por esto que el paciente de cirugía cosmética tiene que estar convencido de que su belleza no depende de lo que el cirujano haga, sino de cómo se sienta y se manifieste con el resultado. El paciente tiene que estar seguro de lo que desea, y para esto necesita de una orientación profesional objetiva.
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