Desde su experiencia, ¿cómo puede una persona distinguir a un cirujano plástico verdaderamente calificado para garantizar seguridad y resultados naturales?
Elegir un cirujano plástico es, ante todo, una decisión de confianza. Por eso, siempre recomiendo empezar por lo más simple: verificar que esté certificado por las sociedades provinciales y nacionales de cirugía plástica. Esa es la base. Luego, las referencias de otros pacientes y de profesionales de la salud siguen siendo un faro importante.
Pero también hay algo más humano que no se puede pasar por alto que es la experiencia de la consulta. Ahí es donde uno siente si el profesional transmite seguridad, cómo explica el procedimiento, si transmite calma, si responde con claridad, y si está acompañado por un equipo sólido para el pre y postoperatorio. Porque la cirugía es apenas un capítulo dentro de un proceso más amplio, que incluye evaluación, preparación, recuperación y seguimiento.
Y algo que siempre repito: un profesional serio nunca promete resultados perfectos, promete trabajo responsable, acompañamiento y honestidad.
¿Qué rol juega la reconstrucción en la vida de quienes atraviesan cirugías por razones médicas y cómo les cambia la autoestima?
Les puedo hablar específicamente de los pacientes con fisura labioalveolopalatina, mal llamado labio leporino, principalmente de los bebes, que una vez operados del labio mejora el vínculo con la mama y su familia, se los “muestra” mas, les sonríen más, interactúan más con el bebe y eso se ve reflejado en el cambio de su actitud, pasa a ser un pacientito más tranquilo, sonríe más. Imagínense para cualquier persona con alguna malformación congénita o secuela de quemadura o traumatismo, hay un cambio enorme en los vínculos, refuerzan su confianza, ya no se sienten observados, cuestionados o merecedores de “lastima”. Esto es solo hablando de restaurar la forma o aspecto, cuando se repara la función hay un cambio adicional en el desempeño diario y laboral. La cirugía plástica, estética, reparadora y quemados no salvará vidas, pero definitivamente tiene la capacidad de mejorar enormemente la calidad de vida, y al ser seres esencialmente sociales tiene aún mayor relevancia.
¿Cuáles son las consultas estéticas más frecuentes actualmente y cómo han evolucionado las expectativas de los pacientes?
Las consultas estéticas más frecuentes hoy reflejan un cambio profundo en la forma en que las personas se cuidan. Cada vez más pacientes buscan tratamientos a edades más tempranas, no para transformarse, sino para prevenir, acompañar el envejecimiento y sentirse en armonía con su imagen sin perder naturalidad.
En mi práctica veo mucho ese cambio: personas que quieren mejorar, pero sin perder su identidad.
En el área corporal, lo que más solicitan son liposucciones pequeñas combinadas con tecnología de tensado cutáneo, como radiofrecuencia (BodyTite de InMode) o laser diodo. Son procedimientos que permiten mejorar el contorno sin cirugías grandes, con una recuperación más amable y resultados más naturales.
En el rostro pasa algo similar. Hoy el objetivo es elevar, tensar y estimular la calidad de la piel, más que generar volumen o “rellenar”. Por eso los tratamientos más elegidos son la radiofrecuencia (FaceTite o AccuTite), los bioestimuladores, los rellenos estratégicos y, por supuesto, la toxina botulínica. Incluso la toxina está retomando usos médicos muy valiosos, como en el bruxismo, la parálisis facial o la hiperhidrosis.
Lo que más noto de esta evolución es que los pacientes llegan con un deseo claro: cuidarse de forma responsable, con información, buscando resultados naturales y acompañamiento profesional. Y ahí es donde siento que puedo aportar valor: escuchar, evaluar cada caso con criterio y trabajar desde un enfoque preventivo para que cada persona se vea bien, y sobre todo, se sienta bien en su propia piel.
¿Cuáles son los errores más comunes que cometen los pacientes al buscar información sobre tratamientos estéticos?
Creo que el mayor error es elegir solo por precio, sin considerar quién realiza el procedimiento ni la calidad de los productos o la tecnología utilizada. Un cirujano plástico atraviesa más de una década de formación, y los equipos médicos originales y seguros requieren una inversión importante. Cuando uno busca excelencia, ética profesional y tecnología de alto nivel —la misma que utilizo en mi práctica y hasta ahora la radiofrecuencia bodytite es el único equipo en Córdoba— el resultado cambia por completo. Porque en estética, lo barato no es ahorro: es un riesgo que puede costar mucho más.
Contactos:
https://cirugiaplasticadephilippis.com/
Teléfono: (351) 687-1523
instagram: @dracarolinadephilippis
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