El sexo nos hace sentir plenos y relajados. Sin embargo, el deseo que aparece por el otro muy fuerte e incontrolable al principio de la relación, con el paso del tiempo, esa atracción espontánea suele decaer y en el peor de los casos desaparece. La pérdida del deseo representa el problema sexual más frecuente de las últimas décadas. El 40 a 60 % de las parejas que consultan a terapeutas sexuales es por falta de Deseo.
Cuando el deseo sexual declina, disminuyen también los estímulos capaces de despertarlo. La satisfacción sexual en el ámbito doméstico requiere de lo que se deja de lado: voluntad, esfuerzo, acción.
Es un Mito que el deseo llega solo, hay que trabajarlo. El sexo no está asegurado en la pareja, si se descuida y se abandona la seducción, la provocación; entonces, la apatía, el aburrimiento y la mediocridad se instalarán en la cama.
Cuando toda la ceremonia queda reducida a la genitalidad, cuando no hay cortejo, risas, juegos, el sexo empieza a aburrir y sólo funciona como descarga, pero el deseo no fluye.

Además, es necesario recrear un nuevo deseo sexual que desde antaño estuvo ligado a la reproducción y empezar a permitirse al placer como única meta.
En un mundo consumista donde todo se puede comprar, no es raro que las mujeres crean que pueden acceder al deseo sexual como algo que se pueda comprar, como un artículo de uso.
No existe la Deseomina, un fármaco con la única y especifica indicación de actuar sobre la falta de deseo.
Tampoco nos tenemos que olvidar del contexto sociocultural en el que estamos inmersos, donde hombres y mujeres trabajan todo el día y ya no queda tiempo para el deseo.
Y el mito está instalado como pocos en el imaginario colectivo: ¨ el buen sexo es espontaneo¨
Se cree que planificar un encuentro es la antítesis del deseo: si no tengo ganas es porque el amor se acabó o mi pareja dejó de interesarme.
Al deseo hay que trabajarlo y al sexo, cuando hay chicos, trabajo, obligaciones, muchas veces hay que ¡PROGRAMARLO!
Programar de antemano un encuentro sexual con la pareja, ya resulta en sí mismo erotizante, ya que nos prepara emocional y físicamente para el encuentro. Imaginarlo, fantasear, elegir un perfume, una ropa interior, un baño relajante previo, nos vuelve más receptivos en el encuentro y todo resulta más excitante. ¡Entonces hace falta comenzar a poner el placer en la agenda!
Se puede Crear un ambiente erotizante que estimule los 5 sentidos con música, velas, comida rica, lencería, aromas. Armar el escenario puede resultar en sí mismo erotizante Es clave dedicar tiempo a la imaginación y al autoerotismo. Planificar un encuentro erótico con la pareja suscita lo que se llama una fantasía anticipatoria. Con ella, la mente, el principal órgano sexual, se pone en marcha para elaborar un afrodisíaco mucho más potente que cualquier fármaco.
No olvidar las conductas de cortejo que preceden y preparan el camino para el encuentro, induciendo un estado de deseo sexual alto en el compañero que se vuelve más sensible al estímulo sexual. Se aconseja que ese día actúen uno con el otro de una forma más refinada, incitante y seductora. Y algo que es clave: Si van a programar un momento de intimidad, eviten los temas que terminan en una pelea.
De nada sirve instalarse en la queja del aburrimiento si no se buscan estrategias para alimentar el Deseo. Tener una pareja estable, sólida, linda, es maravilloso y es una gran posibilidad para la exploración y el disfrute pleno de nuestra sexualidad.
Dra. María Luciana Ritacco
Medica Ginecóloga y Sexóloga Clínica
Terapias Sexuales Individuales y de pareja
Talleres de sexualidad
Modalidad presencial y virtual
@dra_marialucianaritacco
+ 54 9 11 3218 7550
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