¿Cómo decidió ejercer su profesión de manera independiente?
Nací y crecí hasta los 18 en una hermosa casa de campo. Llegué a esta gran ciudad y estudié dos años Medicina y uno Psicología. Pero casi como una corazonada sentí hacer la formación de yoga, y mi vida cambió al 100 por ciento. El vegetarianismo generó una transformación muy profunda en mi consciencia, y más tarde elegí vivir durante 10 años en un templo vaisnava, hinduista.
Ahí hice mi carrera, primero como instructora, y luego como profesora de yoga. Fueron años de mucha luz en el terreno de lo espiritual, fue sanar dolores y también experimentarlos, fue caer para levantarme con más fuerzas y aprender que no hay mayor sabiduría que la de nunca dejar de aprender.
Y después de haber preparado por ocho años a instructores de Yoga desde esa institución y de haber despedido de este mundo a un gran amor, mi papá, se abrieron mis alas, y así hace poco menos de dos años nació Prema Shakti, que significa La Fuerza del Amor, para seguir compartiendo este hermoso tesoro que es el conocimiento.
En su profesión, ¿qué diferencial aporta una mujer a la hora de liderar?
Una vez escuché a un maestro decir “a la sonrisa sincera de una mujer nadie puede negarle nada”. Más allá del sexo que figura en el documento, la sonrisa cuando resplandece descubre al alma, y todas las almas somos femeninas, un su sensibilidad, calidez y capacidad de contención. Una de mis frases de cabecera es una de Carlos Castaneda en las Enseñanzas de Don Juan: “Para mí sólo recorrer los caminos que tengan corazón, cualquier camino que tenga corazón”.
¿Cuál fue su mayor caso de éxito?
Es el agradecimiento de quienes llegan a hacer yoga y encuentran un cambio tan profundo. Ese estado de agradecimiento que ellos sienten, elevan el mío, y así es que no se puede parar de estar bien.
¿Cuál fue el fracaso del que más aprendió?
Pienso que si en algún momento hablara de que algo fue un fracaso en mi vida, estaría perdiendo la Fe en la filosofía con la que camino. Mi presente, al cual honro, es la causa de los hechos en mi pasado. Cada desafío trae aire nuevo, marca un después, te hace dar saltos. En palabras de Einstein: “Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro”
¿Cuánto pesa la comunicación en su profesión?
Hay un tipo de comunicación que se comparte desde lo aprendido en los libros, y otra manera es la que se trasmite desde la experiencia. Siento que mi “profesión”, te invita a expresarte desde de corazón a través del ejemplo.
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