Lejos de la tecnología, pero cerca del conocimiento propio, del descubrimiento individual. Así ve la educación en primera infancia Paola Signoretta, educadora hace más de 20 años. “A fines de 2010 con mi socia Eli, hermana de la vida, que falleció hace 2 años por una enfermedad, comenzamos este proyecto para niños desde 45 días a 4 años”, aseguró.
“Trabajamos durante mucho tiempo como educadoras en diferentes establecimientos, enseñamos juntas, escribimos para ediciones SM, y una vez que ambas transitamos la maternidad, nos lanzamos con el proyecto personal. No es menor este dato porque justamente nuestra propuesta se erige con la premisa y un rol netamente maternizante; implica acompañar a familias en la etapa más importante de la vida de sus hijos”, comentó.
El norte de este emprendimiento sigue los lineamientos de la crianza con apego y de la educación por el arte. Las infancias de hoy, tan atravesadas por la fugacidad de experiencias efímeras, capturadas por tecnologías y pantallas, provoca que conciban el Arte en los primeros años como “la salvación”.
“Las salas de nuestros Jardín llevan el nombre de diferentes artistas, son espacios en donde se los estimula desde que son bebés, según la currícula oficial, pero como valor agregado, se dictan, ya desde la cuna, diferentes talleres con especialistas en diversas disciplinas artísticas, como: juegos teatrales, música y orquesta, artes visuales, un “Taller verde” de acercamiento a la naturaleza, y un Taller de Educación biocéntrica y Biodanza”, ahondó.
Si bien apuntan a algo no tan convencional, su propuesta es simple y concisa: “Tenemos una apuesta fuerte a un cambio de paradigma en educación. Hoy, existe una lamentable tendencia mundial a la uniformidad, a trabajar en grupos de mucha cantidad de niños, en donde la “diferencia” molesta la individualidad se pierde. Aquí apuntamos a una mirada singular, al respeto por los tiempos y los procesos de cada uno, en el marco de grupos reducidos”.
“Empezamos con una sede en Villa Crespo, y luego abrimos otra en Villa Urquiza. Actualmente sólo continuamos en la segunda. En Donado entre Olazabal y Blanco Encalada. Lo usual en nuestro Jardín es que los niños transiten sus jornadas trabajando la tierra, sembrando, manchándose con colores, modelando, cocinando o reciclando, escuchando todo tipo de género musical y lejos de los dispositivos digitales”, finalizó Paola.
¿Qué implica para ustedes el concepto biocéntrico?
La cultura biocéntrica es ni más ni menos, que poner en el centro la “vida”, es una experiencia vital donde nos despojamos de todo lo que reprimimos a medida que crecemos, desde lo postural y el movimiento, pero especialmente trabajamos los lazos, el vínculo con el otro, aspectos fundamentales para el desarrollo socio afectivo del niño.
Para conocer a fondo esta propuesta innovadora y de excelencia, pueden hacerlo a través de su página web www. jardindelosartistas.com.ar, o vía telefónica al 3974-3180/011 2400-6991
