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Todos los años, Adriana Fresta, la creadora de El Arte de Mirar, realiza un entrenamiento como cierre de toda la labor realizada. Y en diciembre de 2022, los integrantes de la “Tribu del Alma” que compartían con ella el momento, le regalaron una estatua de la Virgen de Guadalupe. “En cuanto la tuve en mis manos, algo sucedió. Para mí, esto es normal; estoy acostumbrada a tener esta conexión con lo divino. Pero fue la primera vez que se permitió que otros lo presenciaran. Inmediatamente en ese momento, María Paula, una de las chicas, fue tomada por esta energía divina y se cayó al piso. Eso es el descanso del Espíritu Santo. Poco a poco, las personas que estaban allí también se entregaron a la experiencia y comenzaron a sentir algo distinto, algo personal. Al poco tiempo de esto, recibí un mensaje de que, esta labor, debía llamarse “Frecuencia Amor”. Y así fue como nació Frecuencia Amor”, recuerda Adriana con inmensa emoción.
- ¿Qué es Frecuencia Amor?
Es un misterio que sólo puedo transmitirlo a través del sentir. No tiene conceptos, ni creencias limitantes, solo hay que abrirse a lo nuevo y permitirse volar, conectar con eso, con el amor que somos, porque somos energía, luz e información. El espíritu que nos contiene a todos y que nos une a lo divino. Hoy, también hace referencia a un llamado muy profundo que nos conecta. Estamos en un tiempo nuevo, estamos en un tiempo que tenemos acceso a diferentes dimensiones. Hoy ya es lo nuevo, es lo que hemos estado esperando. Yo lo llamo El Tiempo de la Divina Madre. La Divina Madre es todo, la Pachamama, el cielo, la tierra, las estrellas, el agua, el sol, la luna, todo. Es todo lo que nos contiene y es todo parte de un plan mayor, inmenso. Yo lo siento. Y es como si nos dijeran: “gracias por estar aquí, gracias por escuchar el llamado, gracias por ser quien eres, sin confusión, con orden, siendo quien soy, porque yo soy la fuente, yo soy el amor, soy la presencia del Espíritu que vuela, soy en la conciencia divina atrapada a través de los miedos, la ira, el rencor, el odio, la pobreza”. Es este instante la oportunidad de encontrarnos con quien verdaderamente somos y sentirnos confiados de que podemos ser libres y para eso tenemos que sentir fe, vivir la fe.
- ¿Cuándo fue la primera vez que pudiste transmitirle Frecuencia Amor a la gente?
La primera vez que lo presenté al público fue el 11 de marzo del 2022. Ya había nacido en diciembre del 22, como un regalo inesperado para todos los presentes. En marzo, la presentación fue más íntima, solo para la familia y el 19 de agosto fue el bautizo, el gran festejo donde invitamos a todos y allí estuvieron padres con sus hijos y todos los que sintieron el llamado de lo Mayor.
- ¿Qué permite experimentar Frecuencia Amor?
Es algo que no se puede explicitar desde la razón porque es una conexión personal con tu ser superior. Un instante santo. Algunas personas conectan con una inmensa alegría, muchos sienten un estado de paz nunca antes conocido, para algunos es magia, para otros un milagro. En realidad, cada uno recibe un regalo a la medida de la apertura de su corazón. Hay personas que días después advierten cambios y sanación física. Es una experiencia totalmente personal que yo sólo lo acompaño a transitar y que merece ser experimentada. Es sentirse uno en unión con el Todo. Lo más importante es que esta frecuencia permanece anclada para siempre y cada uno la encuentra en el momento perfecto para seguir hacia lo nuevo a paso corto y firme.
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