HABITAR LO QUE VESTIMOS

En un contexto donde la moda busca nuevos sentidos, queremos convertirnos en una presencia activa dentro de la sociedad. A través del diseño, el trabajo artesanal y una mirada sensible sobre el vestir, la marca propone un diálogo constante con el entorno, entendiendo la moda como una forma de expresión cultural y no solo como un producto.

La actividad de la marca se manifiesta en distintos formatos y escenarios: desde el desarrollo de piezas de autor hasta experiencias que invitan a repensar el vínculo entre el cuerpo, la identidad y el tiempo. Cada colección se construye como un relato que acompaña procesos, emociones y momentos, reafirmando una manera de habitar la moda desde lo consciente y lo humano.

La pasarela como lenguaje

En este recorrido, la pasarela aparece como uno de los tantos lenguajes posibles. Un ejemplo de ello fue el desfile realizado recientemente en el Hilton, inauguramos nuestra  temporada de verano. Lejos de presentarse como un evento aislado, la participación en este espacio funcionó como una instancia más dentro de una búsqueda más amplia: llevar el diseño a distintos ámbitos, dialogando con públicos diversos y contextos variados.

Un lenguaje que se lleva puesto

El trabajo artesanal ocupa un lugar central en la identidad de la marca, poniendo en valor el oficio, la materia y el tiempo dedicado a cada pieza. Esta elección responde a una necesidad de volver a lo esencial, de construir prendas con sentido y durabilidad, en un escenario dominado por la inmediatez. La moda se plantea así como una experiencia que se vive, se siente y se sostiene en el tiempo.

La presencia de la marca en la escena social, cultural y creativa da cuenta de una forma de entender el diseño como acción y como mensaje. Más allá de los desfiles, la propuesta se expande y se transforma, acompañando nuevas formas de expresión y reafirmando que la moda, cuando se piensa desde la identidad, es  un verdadero acto de expresión cultural.

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