¿Te sentís identificado con este tema? ¿Acaso sufrís de celos?
¿Qué son realmente los celos?
¿De qué se trata cuando hablamos de personas celosas?
¿Tiene que ver con las inseguridades personales?
Los celos están relacionados con la inseguridad y la falta de confianza en uno mismo. Se trata más bien de un temor; consisten en el miedo a perder algo, como por ejemplo una persona, una cosa o una posición social. Los celos, por lo tanto, son una respuesta emocional que pretende proteger ese elemento que se considera bajo amenaza.
Cuando hablamos de celos en la pareja, nos referimos al miedo a que ésta nos sea infiel o a perderla. El temor a ser rechazados o a ser sustituidos por otra persona, da lugar a pensamientos distorsionados o irracionales; estos miedos a intentar controlar a la pareja, pretendiendo alcanzar una seguridad que reafirme la relación.
En consecuencia, los celos son una determinada forma de gestionar la relación de pareja, aunque enfocada de una manera que puede llegar a ser nociva. Aunque tener celos no es necesariamente malo en sí mismo, si estos no se controlan puede ser perjudicial. El límite entre preocuparse por una persona a la que quieres y desconfiar de ella puede ser difuso. Así, los celos se convierten en un problema en el momento en que nos impiden disfrutar del presente o cuando limitan la libertad del otro miembro de la relación.
¿Cuáles son las causas que originan los celos?
Todas las personas, en un momento dado, hemos sentido celos. Se trata de una reacción emocional inherente al ser humano. Estos celos pueden ser más o menos intensos, en función de la causa que los motiva. Así, podemos hablar de diferentes elementos que pueden dar lugar a los celos:
- Sentimiento de posesión hacia la pareja
A veces las relaciones sentimentales se vuelven tóxicas, derivando en patrones de comportamiento nocivos. Un ejemplo serían aquellos casos en los que una de las partes llega a creer ser dueño de la otra. Esto sucede cuando se intenta acaparar todo el tiempo de nuestra pareja, o que esta no tenga otras relaciones sociales. En estos casos, es imprescindible comprender que la otra persona es autónoma y que es necesario confiar en ella.
- Miedo a perder a la persona amada
Una excesiva idealización o dependencia hacia la pareja es también un grave problema. Esto puede dar lugar a vivir permanentemente asustado ante la posibilidad de que ésta nos abandone. Nuestra felicidad no puede vincularse a una única persona. Nunca podemos asegurar que alguien estará con nosotros durante toda la vida, pase lo que pase.
- Temor a estar solo o a no encontrar otra pareja
Hay personas que necesitan de una pareja permanentemente a su lado para dar plenitud a su vida, y sin ella se sienten inseguras. Otras veces, el miedo real es a no poder tener otra pareja. En la sociedad actual, puede parecer que tener pareja es casi una meta de todas las personas. Esta presión puede hacer creer a algunos individuos que deben aferrarse como sea a su actual pareja.
- Baja autoestima
Si no creemos valer lo suficiente, siempre tendremos el miedo de que alguien mejor nos arrebate a nuestra pareja. Esta inseguridad , en última instancia, también nos harán desconfiar de nuestra pareja; así, si no nos creemos merecedores de su afecto, pensaremos que su sinceridad y cariño seguramente serán fingidos. En estos casos los celos son una proyección de las inseguridades propias hacia la otra persona.
- Problemas de apego en la infancia
Las personas que se han criado con problemas de apego suelen tener patrones afectivos desestructurados; esto les suele hacer emocionalmente inestables, inseguros y con baja autoestima. Del mismo modo, quienes han tenido unos padres cuya relación estuvo marcada por los celos, es más probable que reproduzcan estas actitudes en su vida adulta.
- Experiencias previas
Aquellas personas que han sufrido un abandono o una infidelidad tienen más motivos para ser celosas. Es importante comprender que el que hayamos sufrido un desengaño anteriormente no quiere decir que nuestra actual pareja vaya a traicionarnos de nuevo.
- Patrones afectivos mal aprendidos
En este caso hablaríamos de relaciones previas en la que nuestra anterior pareja era celosa; esta forma de comportamiento puede dar lugar a llegar a creer que lo normal es ser celoso. En estos supuestos, debemos entender que el haber vivido un mal hábito no debe dar lugar a que lo repliquemos.
¿Cuándo los celos se vuelven patológicos?
En estos casos, se trata de un problema serio que puede requerir de la intervención de un profesional cualificado. Algunos de los siguientes síntomas pueden ayudarnos a detectarlos:
- Miedo excesivo y permanente a perder la pareja.
- La sensación de celos genera tal malestar que genera ansiedad, insomnio o depresión.
- Actitud agresiva o intimidatoria hacia la pareja.
- Sentimientos negativos hacia las personas que rodean a la pareja
- Imaginar frecuentemente que la pareja es infiel.
- Considerar que la pareja quiere gustar a otras personas, mediante su vestimenta o maquillaje.
- Considerar las relaciones anteriores de la pareja como una amenaza.
- Necesidad de mantener el contacto permanentemente con la pareja.
- No dejar que la pareja realice actividades de manera individual o que desarrolle aficiones placenteras.
- Exigir a la pareja que cuente todo lo que ha hecho a lo largo del día.
- Llamar frecuentemente a la pareja por teléfono, para saber dónde está o qué está haciendo.
- Revisar la ropa o las pertenencias de la pareja en busca de pruebas de posibles infidelidades.
- Control de los gastos de la pareja
- Minusvalorar o criticar a la pareja para intentar hacerla más insegura y menos independiente.
Cuando los celos empiezan a deteriorar la relación de pareja, puede ser necesario acudir a un profesional que nos ayude. En cualquier caso, el primer paso será determinar cuál es su causa; solo así podremos empezar a buscar una solución efectiva. Muchas veces la persona que sufre celos es consciente de tener un problema, pero suele mostrarse reacia a buscar ayuda; o hace constante propósito de enmienda, pero realmente nunca llega a cambiar.
¿Cómo tratar profesionalmente los celos?
El primer aspecto a trabajar es la autoestima del celoso. Si se consigue reforzar su autoimagen personal y autovaloración, se habrá realizado un gran avance.
Un segundo punto es la confianza en la pareja. Esto se hace trabajando sobre la comunicación dentro de la relación sentimental, para que ambas partes se comprendan mejor.
Otro apartado a trabajar es el del desarrollo personal, los intereses y las aficiones particulares. Cuando la persona con celos descubre la posibilidad de realizar actividades individuales, y ver que esto no implica que vaya a establecer relaciones con otras personas, asumirá con mayor naturalidad la parcela de individualidad de su pareja.
En aquellos casos más complejos, puede ser necesario acudir a un psicólogo especializado en terapia de pareja. Mediante esta intervención se aprende a desarrollar, de manera conjunta con la pareja, estilos de relación positivos, la creación de la confianza mutua, la aceptación del otro, la toma de decisiones compartida, etc.
Marcela Siciliano.
Lic. en Psicología.
M. N. 36.920
Especialista en Terapia de Parejas.
Psicoterapia Individual, de pareja, vincular, grupal y familiar.
Psicoterapia Presencial y Online.
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