“Siempre me caractericé por estar en constante búsqueda de nuevos desafíos. Soy un apasionado de los detalles, los engarces finos y trabajos de calado intrincados, y siempre pongo en cada diseño una parte de mi historia como artesano”, asegura Víctor.
Nacido en la ciudad uruguaya de Flores, Víctor desarrolló desde muy temprana edad esta pasión y oficio, la cual convirtió no solamente en su estilo sino en su forma de vida. “Cada pieza, desde el anillo más simple a la gargantilla mas ostentosa es creada por mí. Desde que se engarzan piedras preciosas y semipreciosas de todo tipo, que crean texturas, volúmenes y nos dejan sentir que fueron hechas a la medida de cada cliente”, admite.
Cada pieza es creada por sus manos, con diversas texturas y volúmenes que nos dejan sentir que fueron hechas a la medida de cada uno, es por eso que trasmiten algo especial, un vínculo tan único como lo somos todos, ideal para aquellas ocasiones donde lo estándar no aplica y busca obtener siempre algo más.
Autodidacta y apasionado por su oficio, que no solo es sostén sino su forma de vida, lo ha llenado de satisfacciones muy joven, como el reconocimiento en los grandes salones nacionales y participado en otros como curador. Recorre el país mostrando sus creaciones en las ferias más convocantes.
Muchos son los caminos que hay para recorrer dentro de la artesanía. A partir de su minucioso trabajo, él ha sido premiado en salones alrededor de nuestro país como el Salón del Fondo Nacional de las Artes, el Salón de Artesanías de Berazategui, donde además hace unos años conforma el panel de curatela, Museo José Hernández, Feria de Artesanías de La Rural y del Festival de Cosquín.
Por último, destacó su presencia en uno de los actos más importantes del norte de nuestro país. “Este año, estaré participando como hace ya varios años en la Fiesta Internacional del Poncho en Catamarca durante el mes de julio”.
