En una charla íntima con Héctor Maugeri para +CARAS, Andrea Ghidone volvió sobre los comienzos de su carrera y los desafíos que debió enfrentar al llegar a la Argentina. En 2007 dejó Uruguay para desembarcar en Buenos Aires, un mundo donde las luces del espectáculo brillaban con intensidad y las revistas de plumas dominaban la escena. La vedette, actriz y bailarina llegó con un deseo claro: mostrar la fuerza y la sensualidad de la mujer sin renunciar a su autenticidad. Pero el camino no fue fácil. “Tuve que enfrentar situaciones de acoso y machismo en mi carrera”, confiesa hoy, con la serenidad que dan los años y la experiencia.
La artista reconoce que, pese a los obstáculos, eligió no dramatizar. “Siempre hubo algo que me caracterizó en mi vida, y es no dramatizar lo que me sucedía”, afirma. Esa filosofía la ayudó a atravesar con entereza los prejuicios de un ambiente donde el cuerpo femenino solía ser objeto de mirada antes que de reconocimiento. Con templanza y humor, aprendió a sostener su vocación sin desistir ante la hostilidad.
Andrea Ghidone y la fortaleza de seguir adelante
En su relato, Ghidone deja entrever la madurez de quien aprendió a transformar la adversidad en impulso. “Eso me ayudó a tener cierta templanza ante las situaciones que pasaban, a no tomármelas tan a pecho y a continuar mi camino”, reflexionó. Sabía que, en ese universo competitivo, había “mil razones para bajarse, cruzar el charco y volver a lo tuyo”. Pero su instinto fue más fuerte.
“Adentro mío había algo que me decía que tenía que darlo todo, no quedarme con nada”, recordó. Ese espíritu inquebrantable fue lo que la sostuvo cuando el medio parecía cerrarse sobre sí mismo. Hoy, Andrea habla desde un lugar distinto: sin rencores, con la paz de haber construido una trayectoria sólida y coherente. Su historia es la de una mujer que no pidió permiso para ser libre, que eligió avanzar incluso cuando el entorno parecía decirle que no podía.
Andrea Ghidone y una carrera marcada por la reinvención constante
Tras conquistar al público argentino, Andrea Ghidone se consolidó como una de las figuras más versátiles del teatro nacional. Brilló en las revistas porteñas, se lució como actriz dramática en obras de texto y sorprendió con su faceta de cantante de tango, un género que abrazó con respeto y pasión. Su espectáculo unipersonal la llevó a recorrer escenarios dentro y fuera del país, demostrando que detrás del brillo y la sensualidad hay una artista integral. Hoy, su carrera refleja una evolución profunda: de la vedette deslumbrante a la intérprete madura que no teme mostrar su vulnerabilidad. Su fuerza y autenticidad la convirtieron en un símbolo de perseverancia dentro del espectáculo argentino
Eunice Castro: “Nunca me enojé con Susana Giménez, siempre la admiré”
Eunice Castro reveló cómo se enteró que su marido la engañaba con Susana Giménez: “No lo creí. No entendía. Estaba totalmente ilusa”
Eunice Castro y su desnudo como Pocahontas: “El cuerpo humano es arte”
Eunice Castro: “Nunca le saqué el marido a una mujer, los maridos se van solos”
El tuit que borró Milei: ¿AC/DC lo invitó a participar de su show?
El trabajo de Boleslaw Senderowicz: el fotógrafo clave de la modernidad y la moda argentina
Horóscopo de hoy 12 de noviembre de 2025: signo por signo, qué dicen los astros