En una nueva emisión de +CARAS, Héctor Maugeri recibió a Paloma Herrera, una de las bailarinas más importantes que dio la Argentina al mundo. La artista, que a los 19 años ya había conquistado el podio como primera bailarina del American Ballet Theatre, no solo repasó su carrera, sino que también abrió las puertas de su vida personal para hablar de su presente sentimental y de las decisiones íntimas que marcaron su camino.
Paloma Herrera íntima: amor, maternidad y una vida sin presiones
A los 49 años, Herrera disfruta de una vida mucho más relajada, lejos de las exigencias extremas de una carrera que la llevó a bailar en los escenarios más prestigiosos del planeta. Hoy vive con plenitud y sin presiones, tanto en lo profesional como en lo personal. Y en ese presente ocupa un lugar central su pareja, Juan Ortega, con quien mantiene una relación sólida desde hace más de cuatro años.
“Estoy muy enamorada”, reconoce Paloma con una sonrisa que la delata. “Juan es una persona muy especial, con mucho carácter, como yo, pero en muchas cosas somos distintos y nos complementamos. Llegó a mi vida en un momento superespecial, donde puedo disfrutar cada segundo”, cuenta con emoción.

La bailarina también sorprendió al revelar la dinámica particular de la pareja. “No convivimos. Convivimos mitad y mitad. Él tiene dos hijos hermosos, entonces cuando está con ellos, está con ellos. Y la verdad que funciona bárbaro”, confesó, dejando en claro que encontraron una forma de amar sin necesidad de compartir todo el tiempo bajo el mismo techo.
Pero más allá del amor, Herrera habló de un tema que siempre genera curiosidad: la maternidad. Y fue tajante. “Nunca sentí ganas de ser madre”, aseguró. Una decisión que sostiene con la misma convicción con la que llevó adelante su carrera artística.

“Siempre dije: el día que yo sienta que quiero ser mamá, lo voy a hacer. Y nunca lo sentí”, explicó. “Tal vez porque tuve una mamá maravillosa, única, que siempre quiso ser madre y nos dio todo. Yo esperaba tener ese mismo deseo, pero nunca apareció. Y tampoco sentí culpa. No soy de hacer las cosas porque todo el mundo lo hace. No me parece que haya que ser madre solo porque es lo que corresponde. No todo el mundo tiene que ser padre”, profundizó.
Con esa sinceridad que la caracteriza, Paloma Herrera se mostró plena y agradecida por el presente que atraviesa: una vida más liviana, un amor que la acompaña y la tranquilidad de haber tomado cada decisión desde la autenticidad y no desde la imposición social.
MDP

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