En una charla íntima con Héctor Maugeri, Soledad Pastorutti se refirió a los momentos claves de su vida y su carrera. Uno de ellos, por supuesto, tuvo que ver con sus inicios y la manera en la que su papá ayudó a que Sony no le rescindiera el contrato.
Soledad Pastorutti contó que su papá la ayudó para que no le rescindieran su primer contrato con una discográfica
Hoy en día, Soledad Pastorutti es un nombre propio que incluso llega a generaciones muy nuevas. De hecho, Milo J, la bautizó como una de las leyendas de la música argentina, mientras su público la ovacionaba de pie. Claro que esa imagen que representa, no es la misma que se tenía cuando apareció, al menos para algunas discográficas.

La aparición de La Sole en Cosquín, en enero del 96, fue incontenible, una verdadera explosión que la puso en escena de un tirón. Su nombre se comenzó a divulgar rápidamente y Sony decidió apostar por ella, aunque con ciertas condiciones.
“Mi primer disco por Sony sale cuando yo tenía 15. Subimos a Cosquín enero y creo que en mayo sale el disco. Se llama Poncho al viento y hay como tres fotos mías y no sabés cuántas son las que cantan, de repente aparece mi hermana”, recuerda. Luego, añade que el marketing de aquel primer material estaba “muy mal hecho”
En medio de esa salida, el padre de Soledad, Omar, leyó el contrato con detenimiento y encontró la letra chica, donde decía que si no vendía 5000 copias entonces se rescindiría el contrato. Fue entonces que decidió subirse a su auto y comenzar a vender los discos por su cuenta.

“Vino con su autito chiquitito, un autito muy chiquito de una marca italiana a buscar a donde estaban todos los discos, todos los primeros que se habían fabricado”, dice Soledad. “Los compraba con plata que le prestaban amigos, qué sé yo, y después pasaba por las estaciones de servicio o a los festivales donde iba”, añade, marcando que incluso llegaba a dejar discos en concesión con tal de que la gente la conociera.
El trabajo que hizo llamó la atención del propio Presidente de Sony, que se inmediato se comunicó con él. “Lo manda a llamar, mi viejo se sienta con él y le dice, "Mirá, lo que pasa es que, si ustedes no hacen publicidad, nadie sabe quién es Soledad.", cierra.

No hace falta aclarar que el disco fue todo un éxito. Según los registros que se tienen, aunque la expectativa era que vendiera, al menos 5.000 copias, pasó muy por encima de esas cifras, ubicándose en los 800.000. Un logro que es imposible separar del trabajo del papá de Soledad Pastorutti, que hizo todo lo que estuvo a su alcance para ayudar a su hija a triunfar.

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