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Es un conquistador nato, y cada vez que se lo ve soltero es para desconfiar. Porque si hay algo que acompañó a Matías Alé (38) durante toda su carrera actoral es el sinfín de romances que lo tuvieron como protagonista, sobre todo después de su mediática relación con Graciela Alfano. Y si poco se sabía ahora de su vida sentimental, después de su separación de principios de año de Sabrina Ravelli (30), Matías volvió a demostrar que la soledad no es para él. Y reapareció en las páginas del corazón acaramelado e inseparable de su nueva conquista, la promotora cordobesa María del Mar Cuello Molar, una rubia de 23 años que le dejó esquirlas en su corazón desde que la conoció en Carlos Paz, durante el último verano: “Sí, la conocí cuando estaba haciendo teatro. Pero como cada uno estaba en su vida, recién empezamos a salir en Semana Santa. Es muy loco, llevamos cuatro meses juntos y me parece que fueron diez años, ya que es una relación muy intensa en todo sentido, muy linda y llevada con mucha pasión. Es cierto que nos llevamos quince años, y por eso entiendo las cosas que ella aún debe experimentar”.
El díalogo con CARAS es vía telefónica, porque Matías quiso celebrar su cumpleaños y su agraciado presente afectivo lejos de Buenos Aires. También dice que ideó el viaje para ver como funcionaban como pareja lejos de casa, y entonces las paradisíacas playas de Tulum, en México, fueron el destino elegido. Influenciado por una serie de circunstancias coincidentes que lo acercaron a Tulum, el plan primario de Bariloche quedó desplazado por algo menos convencional. Matías y María alquilaron un departamento dentro de una aldea en plena selva, a unos diez minutos del mar yendo en bicicleta. Y contaron con la inestimable ayuda del PR “Gaby” Alvarez y del fotógrafo Luis “Chino” Moro, ambos argentinos radicados en Tulum, para materializar una semana inolvidable y fructífera para la relación: “Llegamos a México y lo único que quería era empezar mi cumple, el jueves 13 de agosto, con María en la playa. Y gracias a un cordobés también radicado allá, desde el 12 al mediodía hasta el día siguiente nos instalamos en la mejor habitación del hotel Be Tulum, la misma donde suelen dormir Johnny Depp (52) y Leo Di Caprio (40). Cenamos los dos solos a cinco metros del agua, y a las 22:00 de allá, la medianoche de Argentina, me empezaron a llamar para saludarme. Antes de irnos a la habitación contemplamos una lluvia de estrellas, un fenómeno único que se da aproximadamente cada cincuenta días”, se explayó el galán.
—¿Qué lo sedujo de María del Mar?
—Como dije antes, la conocí en Carlos Paz mientras ella hacía promociones. Ella es de ahí, bellísima, muy madura y muy con los pies sobre la tierra. Debe haber sido por los años que vivió en el exterior con su familia, y a diferencia mía es muy para adentro. Por eso me la paso todo el tiempo incentivándola, creo que es una relación que cayó en el momento justo. No es fácil conocer en este medio a una persona así, un medio en el que las personas te cuestionan lo que hacés y a cada rato aparecen terceros que inventan cosas.
—¿Apuesta a pleno por la relación?
—Siempre soy de apostar a las relaciones, de enamorarme. Y creo que todas van siendo diferentes, vas conociendo gente y vas creciendo, y con esto no quiero herir susceptibilidades ni dañar a gente que compartió momentos conmigo. Pero hoy me siento diferente, experimentando sensaciones nuevas. A tal punto que en esta temporada prioricé menos mi trabajo y le dije que no a algunos proyectos para dedicarle más tiempo a María. Quiero apostar a pleno por ella, y por eso dejé de hacer cosas para darle seguridad y demostrarle que los dos mundos, tanto el mío como el de ella, son iguales de importantes.
