miércoles 24 de abril del 2024
CELEBRIDADES 13-10-2015 10:20

Callejon celebra su primer mother's day

“Ser mama es un titulo de nobleza”. Galería de fotosGalería de fotos

Hay fechas que nos nutren por ser verdaderos pilares afectivos, que se celebran y recuerdan durante toda la vida, y son cimientos de futuros festejos revividos por las nuevas generaciones de la familia. Se necesitan dos partes para protagonizar estos rituales amorosos, por un lado hijos y, por otro, una madre tan adorada como adorable. Ningún Día de la Madre es una imposición del calendario ni de la cultura, es la necesidad de concentrar en un solo día el agradecimiento eterno que sentimos por nuestra mamá desde el mismísimo instante en que nos dio la vida. María Fernanda Callejón (49) todavía no puede creer que haya llegado el momento de celebrar su primer Mother’s Day con la soñada Giovanna, de apenas dos meses, y su marido, Ricky Diotto (35).“Que me llamen ‘mamá’ es un sueño cumplido, una gran responsabilidad, un honor. Desde siempre admiro a las madres, y considero la maternidad como un título de nobleza, y no porque me sienta reina o princesa, pero es literal: es una distinción muy noble—confiesa a CARAS la actriz que termina de grabar durante tres jornadas una actuación especial para “Signos”, el éxito de El Trece, oportunidad en la que tuvo el privilegio de trabajar junto a quien considera “el maestro” Julio Chávez—. Me costó dejar a la nena, más allá de que tengo una persona de muchísima confianza que la cuida, que es ‘la nana’ de Giovanna, que a su vez es madre de tres hijos y hace más de veinte años que trabaja conmigo. Es una madraza, la quiero mucho, así que, si tengo que ir a grabar, se que está en buenas manos. Un día la cuidó Ricky, que sabe hacerla dormir y darle ‘la mema’, es un papá que se desenvuelve muy bien”, explica.

Callejón sabe que su idealización de la maternidad está enraizada en la amorosa conexión que ella misma mantuvo con su madre, Gracia María Augusta, que falleció hace seis años.“Los Días de la Madre con mi mamá eran hermosos. Le gustaba un perfume en especial que yo siempre le regalaba. Esta producción fotográfica la tomo como un gran homenaje a mi madre, por eso agradezco a CARAS que me lo permite hacer. Yo voy a homenajear a mi mamá hasta el último día de mi vida. Nuestras madres nos marcan para siempre, porque venimos de ese vientre, porque es la primera persona a la que vemos cuando abrimos los ojos, es la que te cuida, te alimenta. Yo he creado un vínculo con mi mamá tan maravilloso, tuve la suerte de haber tenido una madre súper Leona—recuerda emocionada, antes de detallar el íntimo vínculo afectivo que mantenían—. Ella me contuvo la primera vez que perdí un bebé, eso me quedó muy marcado. Hasta el día que se fue, siempre compartí todo con ella. De mi madre heredé la fuerza, el pensamiento que en la vida todo llega, era una persona muy espiritual que sabía que todo se puede lograr si estás en paz. Yo soy la mujer que soy gracias a ella. Siempre en su día le decía que la amaba y ella se emocionaba muchísimo. Era muy llorona, igual que yo (Risas). Ella hizo que yo amara mi profesión desde la panza, porque también fue actriz de radioteatro”, agrega.

Luego, Fernanda explica porqué siente que su mamá la sigue acompañando en todo momento.“Me costó mucho hacer el duelo, ahora la extraño, pero ‘bien’, porque a pesar de todo siempre la siento presente a través de señales. Te doy un ejemplo: para esta nota homenaje a las madres, no pude maquillarme con la especialista de siempre, por eso la productora, que casualmente se llama Fernanda, me puso a otra maquilladora que se llama Gracia... ¡como mi madre! Giovanna se iba a llamar así, pero como Gracia es el segundo nombre de mi hermana (Sandra Gracia), entonces elegí otro. Además, de noche siento que mi mamá abraza a mi hija”, dice.

—¿Se imaginó a Gracia siendo abuela de Giovanna?

—Si estuviera viva, con Giovanna sería una abuela súper “hincha pelotas” (Risas), porque era así, como buena Tana, como lo fue con sus otras nietas y bisnietas. Era la abuela más malcriadora del mundo, y decía que le faltaba una nieta de “Feny”, como me llamaba a mí.

—¿Siente que su hija, de alguna manera, la ayuda a llenar el vacío afectivo que dejó su mamá?

—Creo que nadie reemplaza a nadie. Son amores profundos, significativos, pero únicos. De lo que sí estoy segurísima es de que mi mamá me mandó a Giovanna y a Ricky. Me los envió porque ella conocía mi historia, siempre me decía una frase con la que me hacía llorar:“Yo te culpo de ser tan amorosa” (Llora desconsoladamente). Y espero que Giovanna sea también tan amorosa conmigo.

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