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Un libro con ADN de libertad, expresivo, personal.
Como una huella digital, ca- da una de las 303 páginas expresan la identidad y el alma de Calu Rivero (31). Actriz, modelo, influencer y activista ambiental, sigue alimentando su eclecticismo y se convirtió en autora de una autobiografía.“En este libro no hay filtros ni reparos, no hay intermediarios, ni símbolos estandarizados (...). Quiero ser lo que ves cuando real-
mente mirás, la Calu íntima”, explica refiriéndose a la obra que... ¡no tiene título! La portada exhibe una línea para completar y dice: “Poner título aquí”, como invitando al lector a participar y titular el libro de acuerdo a su criterio. La publicación editada por Editorial Planeta es una selección de apuntes íntimos (típicos de los diarios personales), fotos familiares y producciones profesionales, textos de diversos estilos y temáticas, propios y ajenos. Y hasta tiene un prologo realizado por su padre, Guillermo Rivero.
Esta autobiografía se enfoca también en la lamentable vivencia que Rivero tuvo con Juan Darthés, en 2012, cuando protagonizaron la telenovela “Dulce Amor”, y el actor tenía 48 años y la actriz, 26. Esta parte del libro, una de las que más atención y expectativa suscita, se titula: “No era ficción, me es- taba sucediendo en realidad”.
El texto es contundente: “Necesito que salga el dolor, con el deseo de que no regrese nunca más. Necesito hablar”, comienza la narración en
primera persona de Calu Rivero de un texto fechado el 4 de abril de 2017, lo que revela el tiempo que le llevó procesar los hechos y poder expresarlos. “Era todavía más joven de lo que soy ahora y, por cierto, mucho más ingenua. Vivía la actuación como una aventura, un juego, más que como una profesión. Era una actriz-esponja que todo lo absorbía y lo hacía carne, y eso me volvía especialmente vulnerable. Mi personaje en aquella tira televisiva encarnaba una lista de estereotipos femeninos: la bella, la seductora, la histérica, la calculadora, la sensual peligrosa. Del otro lado estaba el galán, el arrogante, el macho proveedor, viril, desmesurado. Era una historia de pasiones y de amor, pero un amor también estereotipado. Él era un actor ya consagrado, varón y mucho más grande que yo, en edad y en con- textura. Era su enésimo protagónico. Entre nosotros había una situación claramente asimétrica, tanto en experiencia como en poder y en relaciones con el medio en el que trabajábamos—afirma Calu, refiriéndose sin nombrarlo a Juan Darthés, antes de continuar expresando sus sentimientos—. (...) Eran escenas jugadas y comprometidas desde lo actoral, lo emocional y, fundamentalmente, desde lo físico. Era el primer rol protagónico de mi carrera, una oportunidad de demostrar mi talento, mi voluntad de transmitir, mi compromiso de aprender (...). Era un momento de entrega total. Fue entonces, durante ese trabajo con las interpretaciones, las representaciones y los estereotipos, que recuerdo la primera acción que me paralizó ante el exceso (...)”, dice Rivero.
El texto refiriéndose a la situación que vivió con el actor y que terminó denunciando, se acentúa en su carga de dramatismo. “Expresé a mi compañero mi incomodidad, lo hablé... Pero nada cambiaba. Escena tras escena, el exceso se repetía. El malestar y la angustia crecían en mí y mientras más crecían, más paraliza- da me quedaba (...)”, agrega.
En otro capítulo titulado “Mi Ver- dad”, Calu repasa cómo vivió los años posteriores a la traumática experiencia, y cómo la decisión de contar todo resultó siendo un acto
terapéutico y catártico. “Después de cinco años tomé coraje y hablé. Hoy estoy aliviada y orgullosa de haber podido hacerlo, de haberme saca- do ese malestar insoportable de adentro, y de ayudar a que chicas y mujeres que pasaron por situaciones similares se animen a hablar también”, confiesa Rivero en su libro, que incluye fotografías de sus viajes, en mar- chas luchando por derechos y causas solidarias, además de mostrarla en diferentes épocas de su vida, con distintos looks y en contacto con la naturaleza.
